Elecciones Andalucía

De la Torre, 'gran reserva'

A estas alturas, 44 años después de que ocupara con el franquismo su primer cargo público como presidente de la Diputación de Málaga, caben pocas dudas de que Francisco de la Torre pertenece a una cosecha excepcional. Un gran reserva, si pudiéramos definirlo en términos vitivinícolas. Pero sólo los enólogos que catarán las urnas el próximo domingo están capacitados para ratificar su tesis: qué mejora cada vez que pasa cuatro años al frente del Ayuntamiento de Málaga.

El cabeza de lista del PP no dudó en mostrar su rechazo a la tesis del presidente provincial de su partido, Elías Bendodo, de limitar por ley a dos los mandatos. "No estoy de acuerdo con él", replicó con contundencia. Y después disertó sobre la importancia de los compromisos éticos y de servicio al bien común para que alguien, como es su caso, pueda permanecer en el puesto todo el tiempo "que los ciudadanos quieran". Y para que no cupieran dudas de los beneficios de esta fórmula, aseguró que se siente "más útil que hace cuatro años" y que se motiva más con cada nuevo mandato. Sólo la inexorable ley de la fisiología le permitió confesar a su auditorio que en 2030, después de que en su opinión Málaga atraviese por un periodo de auge y esplendor, él no estará por entonces sentado en su despacho de la Casona del Parque.

La cuestión de los mandatos fue la única que el candidato del PP a la Alcaldía de la capital despejó ayer con claridad. En el resto usó su famoso sí pero no. Por ejemplo, en el problema de la limpieza y su decisión de municipalizar o no la empresa mixta Limasa, una vez concluya en unos meses el periodo de concesión. Soberanía popular. Qué decida la ciudad. Sin descartar la municipalización, dividir los servios en limpieza y recogida de basuras o aplicar una solución en unos barrios distintas a las de otros. Pero con moraleja. El problema no son los que limpian. Pero "lo ideal sería que cuando los operarios de limpieza lleguen a trabajar la gente les aplaude, les jalee", enfatizó. Tampoco los que ensucian. Aunque "la colaboración es plena, pero no total". Y finalmente encontró a los culpables, esos dueños de perros que no recogen las heces de sus animales en las calles. Lástima que la tecnología no ayude, por los costos, pero confía en que algún día serán baratos los ADN para identificar a los propietarios de estos canes por los excrementos que dejan en la vía pública sus animales.

Misión imposible conocer el futuro del Metro al Civil. "Por supuesto que sí se respetará el acuerdo con la Junta, pero con consenso ciudadano, como se planteó". El problema es que ese condicionante no figura en el documento en que estampó su rúbrica. Así que de nuevo aludió a su proyecto de metrobús desde la parada del suburbano en Atarazanas u optar por el soterramiento. En todo caso, entiende que él convenio era con una Consejería de IU y ahora los impulsores de la propuesta ya no están.

De la Torre participó ayer en el foro Nueva Economía en un acto ante más de 300 personas. No contempla pactar con otra fuerza si no consigue mayoría absoluta, así que hasta el domingo le pueden preguntar por Ciudadanos que no variará su posición. Tampoco cree que la oposición construya "una coalición táctica para bloquear acciones de gobierno". "Hemos demostrado que se puede gobernar con 15 de 31 concejales", recordó el primer mandato del PP en 1995 con Celia Villalobos de alcaldesa y él mismo como teniente de alcalde "number one". Y se mostró confiado en conseguir esa "mayoría amplia" que demanda durante toda la campaña y por la que apeló a los votantes que confiaron en él en 2011.

El aspirante del PP dedicó buena parte de su intervención a resaltar la transformación de Málaga los últimos años y no dejó pasar la ocasión de atacar a la Junta cada cierto tiempo. Hasta de la polémica por los bajos sueldos de los vigilantes de los flamantes museos halló al culpable: Zapatero, que legalizó las ETT. Pero para él Málaga es "imbatible". La situó primero en la cúspide de España, de Europa y hasta del mundo. Al finalizar, ovación cerrada. De agradecimiento por los servicios prestados durante estos años o de alivio, porque fiel a su costumbre, su alocución resultó agotadora. Un gran reserva debe consumirse sin abusar.

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