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La tregua de la Liga de Campeones

  • El vestuario se conjura para pasar y esperar así un punto de inflexión · "La Champions es lo que nos da de comer", recordó Monreal · La plantilla aún está pendiente "de explicaciones".

Ha vuelto cierta calma chicha a la institución de la mano del fútbol. El sorteo de la previa de Champions, el Costa del Sol y el inminente debut liguero han avivado los debates futbolísticos. Una tregua en toda regla. Pero el vestuario no olvida. Ni deja de estar preocupado. Casi obligados a la tranquilidad, tácitamente parecen haberle dado un voto de confianza al club hasta saber qué ocurre ante el Panathinaikos. Ganarle es gloria y dinero, jugar la mejor competición de clubes y asegurar unas cantidades, luego ampliables, que den oxígeno a la entidad.

Manuel Pellegrini y sus jugadores han querido salvaguardar su profesionalidad. Lo han demostrado en todos los amistosos. Pero eso no les ha hecho perder el tono crítico. Pensar en el fútbol es de inteligencia emocional, compatible también con una exigencia a los estamentos superiores. "Estamos unidos y se nota. Al final todo pasa factura y es cierto que no hemos podido trabajar en las mejores circunstancias, pero hemos demostrado que a pesar de las dificultades estamos dando el do de pecho. Del resto se tienen que encargar otras personas, lo nuestro es jugar", sentenciaba Monreal minutos después de cuajar un sólido encuentro frente al Everton.

Otro de los señalados, Weligton, goleador de emergencia, habló sin pelos en la lengua: "Aún no se ha arreglado nada y nos faltan explicaciones. Ha llegado una persona ahora [Moayad Shatat] y ojalá que empiece a arreglar las cosas. Viene con buenas intenciones y con ganas de poner la casa en orden. Y eso lo facilitaría con nuestro apoyo, ganando partidos y pasado a la Champions. Está en nuestras manos. Si pasamos la previa, ese dinero arreglaría parte de los problemas".

Maneras distintas de enfrentar una misma realidad. Pero no acaban ahí los puntos de vista. Uno de los que ha salido beneficiado de tanto ruido, Portillo, que tendrá más continuidad esta temporada, lo enfoca como un bonito reto. "El equipo está bastante bien, fuerte a pesar de las circunstancias. Ahora llegan la Liga y la previa de Champions y hay que estar en las mejores condiciones posibles. Estamos muy ilusionados por todo lo que nos viene. Va a ser una temporada larga, pero muy bonita. Somos conscientes de que podemos hacer un gran año. Estamos listos para competir y se está demostrando. Ojalá que el sábado podamos conseguir la primera victoria", indicó con ilusión.

La incertidumbre económica no es la única amenaza. La plantilla sabe que necesita refuerzos para apuntalar el equipo, sobre todo en la parte ofensiva. Queda un buen bloque, pero cogido con alfileres para cuando lleguen las lesiones y sanciones. En el caso de Weligton, es cuestión de urgencia. "Se fueron jugadores importantes y hay que recomponerlo cuanto antes porque vamos a jugar tres competiciones y harán falta más futbolistas. Ojalá los problemas se resuelvan cuanto antes y que podamos tener dos o tres fichajes", dijo el brasileño.

Aunque al menos, salvo proposición irrechazable, queda el consuelo de que parece cerrado el capítulo de traspasos y salidas de los jugadores de referencia. Y eso libraría de la quema a Monreal, otro de los jugadores que da un plus al conjunto blanquiazul. "Estoy muy feliz aquí, desde el primer momento que vine me he sentido muy querido. No tengo ninguna intención de salir. Se habla mucho de ofertas y salen nombres de equipos diferentes, pero tampoco hay que darle más importancia. Mi cabeza está en el Málaga y sería una estupidez por mi parte pensar otra cosa", explicó el lateral navarro.

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