Juanmi puede ser considerado una excepción de la cantera. En las últimas temporadas muchos irrumpieron con fuerza, pero pronto se tuvieron que buscar las habichuelas lejos de Martiricos. Edu Ramos, Javi López, Javi ramos, Manu, Iván, Toribio, Recio, Popo... Jugadores de la base blanquiazul que en momentos delicados fueron alistados para ponerse en el frente pero, una vez acabada la guerra, aquí no tuvieron continuidad. De hecho, para muchos la salida fue la puerta de atrás. La historia del coineño está salpicada de discontinuidad y malos momentos, aunque nunca ha dejado de sacar un as bajo la manga para revertir la situación. En el Benito Villamarín volvió a hacerlo.

Santa Cruz, El Hamdaoui, Rescaldani y él, cuatro componentes para la delantera y él partiendo en la última posición. Sin embargo, Schuster decidió apelar a él a falta de unos 20 minutos para el encuentro y a la postre acabó convirtiéndose en uno de los grandes revulsivos para obrar la remontada ante el Betis. "Me pidió [el entrenador] que estuviera tranquilo, que me moviera por arriba, que hiciera lo que yo sé hacer", explicaba ayer el atacante acerca de su tremenda irrupción en el duelo. Y eso precisamente lo que mejor saber hacer, aparecer por sorpresa, invadir los espacios, hacerse invisible en el área. Su tanto compendió sus mejores virtudes, el regate emulando a Butragueño sobre la línea de fondo demostró que está a un buen nivel de confianza a pesar de que no suele ser titular y sus apariciones por el equipo se rigen por la discontinuidad.

Y es que Juanmi está acostumbrado a sobrevivir. Desde su eclosión en aquel partido de Copa del Rey contra el Getafe en el que se convirtió en el goleador más precoz de la historia del club. Ese tipo de hitos suele ser una losa para los que debutan desde la cantera, ya que el listón en el primer día se pone muy alto y lo habitual tras este tipo de situaciones es volver al filial y no disponer de más ocasiones a corto plazo salvo situaciones excepcionales.

De hecho, en el caso del delantero de 20 años no sólo ha tenido que lidiar con la falta de continuidad, sino con estar en la puerta de salida en multitud de ocasiones. Desde que debutó en 2009, sólo ha disputado cuatro encuentros íntegramente y su nombre sonó en todas las quinielas para salir cedido en verano o en invierno. Ahora con Schuster actúa con más frecuencia, pero su rol de delantero al rescate no cambia. "Ante el Betis hice unos minutos muy buenos y pude ayudar a conseguir la victoria, que es lo importante. Yo estoy para cuando el míster lo decida y aportar. Si es marcando goles y ayudando al equipo, mejor". Así vive el de Coín, siempre un delantero de guardia.