Una fase difícil de la pretemporada en los despachos ya ha quedado atrás. Había que configurar la mayoría de incorporaciones y se ha hecho. Y había que tomar la difícil de decisión de vender a uno de los puntales e igualmente ha quedado también atrás después de la marcha de Willy Caballero al Manchester City. Quedan jugadores por venir, pero ahora los esfuerzos de los dirigentes han vuelto a ponderar la operación salida. Lógico, en la actualidad existen 26 jugadores con ficha profesional en el primer equipo, hay excedente, todo ello sin contar con que la presencia de seis canteranos en pretemporada hace que Javi Gracia tenga que trabajar con un grupo extra de futbolistas. La plantilla ha de adelgazar.

En la dirección deportiva existen nombres claros que están en la lanzadera de salida, aunque la opinión del nuevo entrenador también resultará definitiva para los movimientos que se produzcan. Tres jugadores, no obstante, tienen los días contados en el Málaga. Se trata de Antunes, Bobley Anderson y Roberto Chen.

De hecho, a estas alturas lo extraño es que el portugués no haya salido ya, cuando es de los primeros traspasos que se empezaron a valorar por las oficinas de Martiricos. Incluso el propio agente del defensor movió a su representado por varios equipos a la espera de un postor. Sin duda, su ausencia en la lista de Portugal para jugar el Mundial de Brasil supuso el gran frenazo a su marcha. De haber estado jugándolo, a estas alturas ya habría dejado de ser jugador blanquiazul. Aún tiene novias, aunque ahora la entidad ha pasado de hacer cábalas con el dinero que podía ingresar a estudiar cesiones con opción de compra. Existen varias propuestas del fútbol inglés que el Málaga estudiando estos días y pronto puede haber novedades.

Con respecto a Bobley Anderson, es uno de los jugadores sobre los que Gracia quiere formarse una opinión más clara, a pesar de que lo más probable es que este verano vuelva a salir cedido a algún equipo donde pueda mejorar tácticamente y adquiera continuidad, cuestión que no tuvo ni en el Málaga ni posteriormente en el Zulte Waregem, donde militó cedido en la segunda parte del curso.

En el caso de Chen, lo que juega en su contra es su pasaporte extracomunitario, que lastra al club para hacer incorporaciones. Gustan sus maneras y hay confianza en su crecimiento, aunque al menos durante otro año más tendrá que ser lejos de Martiricos.

Todo ello contando con que se pueda producir alguna venta inesperada por una oferta irrechazable. Lo cierto es que existe superpoblación, sobre todo en puestos como el lateral izquierdo y la mediapunta, algo que el club debe aligerar antes de rematar el plantel.