Valencia-Málaga

Excitante Mestalla

  • El Málaga de Gracia busca dar continuidad a su agradable estreno ante un Valencia renovado en lo deportivo y lo económico Boka, por el expulsado Antunes, se antoja como única novedad

Ir a Mestalla, uno de los campos del fútbol español con más solera, sede habitual de la selección española y hogar de uno club acostumbrado a codearse con la élite europea hasta hace poco, puede tomarse de dos maneras: visita al dentista o a la tienda de caramelos. No parece que en Martiricos cunda sensación de muelas picadas. Tras la victoria sobre el Athletic, el Málaga de Javi Gracia ha ganado confianza y crédito y genera la ilusión suficiente, hacia el exterior e incluso dentro de la plantilla, como para ver en el duelo en feudo ché una oportunidad para probarse, calibrar fuerzas y, por qué no, dar la campanada ante un equipo que ha recuperado la alegría en forma de millones empaquetados desde Singapur.

Mestalla excita a cualquiera con un mínimo de ambición y no iba a ser menos con Gracia y sus chavales. "Jugar contra el Valencia es un objetivo ambicioso de por sí, ilusionante como para trabajar al máximo. Lo demás...", decía el técnico a este periódico hace dos días.

Lo de chavales va más por el DNI de cada uno que por amiguismo: la media de edad de los jugadores que integraron del centro del campo hacia arriba ante el conjunto vasco no llega ni a los 22 años. Un BabyMálaga que el pasado sábado no dio sensación alguna de novato o pardillo. Curiosamente, los mayores errores de precipitación los firmaron dos futbolistas ya veteranos y curtidos, sobre todo Duda. Tampoco estuvo fino Antunes. Uno por el pelotazo y el agarrón se perderá dos partidos mientras que otro por la entrada a destiempo estará fuera una jornada.

Repite Gracia que hay opciones de ganar esta noche y así enlazar dos triunfos seguidos, lo que el año pasado apenas se logró una vez en todo el campeonato de Liga. Y no le falta razón al técnico navarro: el Málaga, con Schuster en el banquillo, venció en casa del Betis y al Granada en La Rosaleda. Jornadas 31 y 32. Fue la secuencia de resultados más positiva cosechada en el torneo doméstico.

Resulta que el Málaga pelea con un Valencia renovado en oficinas y el césped. El equipo blanquinegro espera con la moral reforzada tras rascar un empate sobre la bocina con diez hombres en un campo difícil como el Pizjuán. En Mestalla esperan con el cuchillo entre los dientes, amén de ser el debut ante el valencianismo, después de que Apelación haya dejado a la hinchada sin uno de sus jugadores favoritos esta pretemporada, el habilidoso Rodrigo de Paul. Nuno, ayudante de Jesualdo Ferreira en su corta etapa malaguista, ha incidido mucho durante la semana en la conexión con la afición: casi 4.000 mil personas se dieron cita el miércoles en Mestalla para ver el entrenamiento abierto al público. El Valencia ha ganado talento pese a que Parejo sigue comandando las operaciones. Defensivamente, con Otamendi como fichaje estelar para la zaga, mejora las prestaciones del Valencia de Pizzi. Rodrigo Moreno, con molestias en los isquios, es duda hasta el último momento.

El Málaga promete una puesta en escena similar a la del pasado sábado, aunque Gracia, en rueda de prensa, insistió en la verticalidad. No es Mestalla un campo donde se pueda sobar la pelota con tranquilidad, sobre todo cuando Nuno plantea, al menos por lo visto hasta ahora, un poblado centro del campo. La verticalidad es otro concepto que, según el técnico, se antoja clave. Atacar rápido, apuntar y acertar. En este sentido, Juanmi y Horta por las bandas serán clave. Luis Alberto volverá a ser brújula y Santa Cruz el punto de referencia. Se prevé un once igual que el de la primera jornada si no fuera porque Antunes se expulsó ante el Athletic. El mundialista Boka ocupará su lugar. En portería, salvo nueva decisión sorpresiva, se mantiene Kameni bajo palos. Ha tenido su mejor semana como malaguista: titular en Liga y nuevo contrato. Ahora es el portero de Gracia.

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