Sergi Darder, a sus 20 años, es demasiado joven para ser considerado un maestro y demasiado veterano para ser visto como un mero alumno. Está en edad de crecer, pero su meteórico ascenso al primer equipo el año pasado y su actual cartel internacional le dan un poso híbrido, tiene algo de ambas cosas. Por eso su nuevo contrato lo refleja. Su ficha es del primer equipo, alejada de las más altas, pero también con suculenta distancia de la que poseen otros jóvenes. Se abre para él una nueva etapa, aunque con el denominador común del aprendizaje continuo.

Si la primera revisión de su ficha fue consecuencia de pasar en cuestión de meses de ser uno de los conductores del filial a ser casi imprescindible en el equipo de Bernd Schuster, ésta la propicia el fortísimo interés del Oporto por hacerse con sus servicios hasta el último día del mercado de verano. "Se habló con el club. Pero yo tenía claro que quería crecer aquí, como otros que están subiendo, demostrándose que es un equipo joven, con ganas", avanzó el balear, quien cree que sus 29 partidos con la camiseta del Málaga, 25 de ellos como titular, aún no le dan un estatus diferente: "Es una renovación para terminar de asentarme en Primera. No soy todavía de Primera, soy joven y debo seguir creciendo, aprendiendo. Empiezo a ser un jugador consagrado en Primera y tengo que seguir disfrutando de todos los minutos que pueda".

El centrocampista mallorquín estaba exultante de felicidad, lo expresó de manera muy vehemente. "Se ha cumplido la palabra por ambas partes. Ellos están contentos conmigo y yo con ellos. Es un lujo poder disfrutar aquí en La Rosaleda, todo es demasiado bonito para pensar en otras cosas", comentó el futbolista, que ahora tiene contrato hasta junio de 2018 pero espera que a lo largo de los próximos veranos no se vuelva a hablar de su posible marcha a otro conjunto. "Quiero seguir aquí, estoy en un club ideal para crecer. Este años lo jóvenes estamos respondiendo mejor, también el equipo. Yo en el 2018 espero seguir aquí, estoy feliz aquí", insistió.

Darder agradeció a mucha gente el poder estar aquí. Amigos y familiares, sobre todo. En clave futbolística, personalizó en Manel Casanova, director de La Academia, que lo descubrió para la cantera del Espanyol: "Desde que tenía 13 años apostó por mí".

En cuanto a cuestiones más específicas, también vinculadas al futuro, era inevitable preguntarle sobre la actual plaza europea que ocupa el conjunto blanquiazul, algo con lo que prefiere no obsesionarse. "En el vestuario somos conscientes de que, igual que viene una racha buena, viene una mala. Para de hablar de Europa es demasiado pronto. No quiero decir que no le hagamos ganas, pero es demasiado pronto para hablar de ello. Somos un equipo muy joven, debemos tener los pies en el suelo y seguir igual".

Por su parte, el director deportivo, Mario Husillos, que lo acompañó durante el acto, le dio las gracias por su esfuerzo por seguir en Málaga. "Hubo ofertas tentadoras, pero pensamos que tiene recorrido aquí y él también lo pensó, así que se lo agradecemos y nos deja contentos. Puso muchas ganas y voluntad de estar. Ahí es donde se demuestra el compromiso y la estabilidad", detalló.