MÁLAGA- gETAFE · la crónica

Los niños miran a Europa (3-2)

  • Otro gran partido del equipo, liderado por sus futbolistas más jóvenes, firma la salvación virtual y acerca las posiciones nobles. Noche de grandes goles: Juanmi, Darder y Horta.

La noche que cambió el trazado en la hoja de ruta tenía que ser así. Con otro partidazo. Con un festival de golazos. Con magia y fe fundiéndose. Se llegó a la meta virtual de la permanencia, comienza la carrera real hacia Europa. Y no hay mejor brújula que el guión de Javi Gracia y el descaro de sus niños. La Rosaleda fue anoche un recreo, con los más jóvenes desatados, firmando tres santos goles con 20 años de edad media. Ante un Getafe con la honra de quien nunca se rinde, el Málaga confirmó su salvación, su apuesta envolvente y su irreverente juventud, que le tiene como el proyecto revelación del campeonato. 

A Javi Gracia le está yendo de fábula con sus niños probeta, a los que empieza a unirse Horta, que sigue rompiendo trozos del cascarón. Con su acrobacia, un ramalazo entre Cruyff y un tanto que firmó el propio Cristiano Ronaldo en Martiricos, confirmó los méritos que le tienen titular. Samu Castillejo también se disfrazó, de Di María, ese al que tanto le comparan, para sembrar un terremoto en el 3-1. Y Darder, mamma mía Darder, que hizo el gol que todos queremos meter. Supo rematar desde fuera del área con alma y precisión, como hacían los grandes rematadores alemanes en los partidos de la verdad. 

Con ellos la sensación es de soltar a los niños a jugar en el jardín, tan dispuestos a divertirse como a ganar. Presionan como pirañas y atacan como pájaros revoloteando. Tienen calle y academia, cañito y disciplina. El arranque electrificado por ellos fue una delicia. Quisieron ser protagonistas hasta robando el balón. Juanmi y Samu Castillejo, carteristas consumados, sacaron brillo al Málaga contragolpeador del Camp Nou. Así llegaron dos casis y el 1-0, con Rosales, calcetas bajadas y aire añejo, dando otro paso hacia su sublimación. Su historial de centros desnortados dio paso a una perfecta medición de fuerza, altura y velocidad para que Juanmi, de nuevo en su versión caníbal, cabeceara y doblara la mano de Jona. 

Resulta plausible la gestión anímica de los partidos que hace Gracia. Si en el Camp Nou el equipo salió dispuesto a no arrugarse, a plantear un problema de 90 minutos al Barça, ante el Getafe, sabedor de su delicada situación tras la dimisión de Quique, salió a devorarle. Y eso pasó. Desarboló al equipo azulón, aunque lo dejó con vida en el electrónico. Pero el Getafe se autoinvitó a la fiesta del Málaga, porque nunca bajó los brazos, y el partido pasó a jugarse en el patio del manicomio. El equipo respondió henchido de calma; al 1-1 con un golazo inmediato, al 3-2 con defensa adelantada, calma y aplomo. Como lo haría un equipo que apunta a Europa, que hoy amanece a tres puntos y puede que así duerma. Gracia es el Peter Pan del Málaga, los niños tienen fe en él. La Rosaleda lo disfruta sabiendo que no hay listones ni diques, sólo ganas de más.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios