Jesús Gámez se marchó del Málaga como emblema para ser actor secundario en el Atlético. Dejó la titularidad en un equipo acostumbrado a la supervivencia para pelear desde el banquillo en un equipo capaz de optar a todos los títulos en los que iba a participar. Mientras el equipo de Javi Gracia fue sorprendiendo con su fútbol y sus triunfos situándose en la zona noble de la tabla, al fuengiroleño le tocó vivir una suplencia tras otra. Por eso se perdió el duelo de ida. Mañana la situación será completamente distinta; el equipo blanquiazul ha empezado a bajar su rendimiento y en las últimas semanas Gámez es uno de los jugadores más destacados del Cholo Simeone. Así que su primer partido como rival en La Rosaleda le llega en plenitud. Es el mejor escenario que podría imaginar para su regreso.

De tener minutos residuales en partidos de menor calado, como en la Copa, Jesús Gámez ha pasado a ser uno de los titulares innegociables en la defensa. En principio, estaba llamado a pelearle el puesto a Juanfran. Sin embargo, la lesión de Alsandi y el mal día de Siqueira en Leverkusen llevaron al técnico mirar hacia él por su denuedo en los entrenamientos y su actitud profesional pese a no tener minutos. Por eso desde hace más de un mes es titular en el lateral izquierdo tanto en Liga como en Champions. El martes, ante la Real Sociedad, tuvo que volver a su sitio natural por la sanción de Juanfran, pero mañana recuperará su puesto habitual, que tuvo que cumplir en momentos puntuales como blanquiazul, pero que supondrán un retorno diferente al que podía prever.

Ayer le tocó hablar sobre las sensaciones tan especiales que ya está viviendo. "Han sido muchos años en Málaga. No sólo me he criado como jugador, sino como persona. Tengo muchos amigos dentro del club, me he sentido querido por la afición y va a ser un partido especial", comentó el zaguero, quien estuvo 15 años en Martiricos desde que firmó en edad juvenil.

Ni que decir tiene que el de Fuengirola está al tanto de lo que está consiguiendo su Málaga esta temporada. Por eso es consciente de que su equipo tendrá que sufrir para arrancar los tres puntos de Martiricos: "Se viene viendo la temporada que está haciendo el Málaga. Ahora no están sumando los puntos que desearían, pero sabemos que tienen jugadores con mucho desparpajo, con mucha hambre de fútbol y que son rápidos y desequilibrantes. Hay que tener cuidado".

Aunque llega afianzado como lateral izquierdo, Gámez le quita hierro y prefiere convertirlo en anécdota. "En ciertos trabajos específicos me colocan en la izquierda, pero no es algo de lo que esté pendiente en cada entrenamiento. Siempre he jugado en la derecha pero he utilizado la izquierda. No la he tenido solo para correr", bromeó.