El varapalo del domingo, con los pitos de La Rosaleda de postre, fue un golpe difícil de asimilar. El aclamado Málaga de la campaña de los récords, el que se ha osado comparar con aquel histórico de Pellegrini, el más malagueño que se recuerda, puede quedarse sin la guinda de Europa. A todas luces es el premio perfecto para un año tan especial. Pero aunque la ilusión se apodere de todo, siempre hay pequeños pildorazos de realidad que van mermando toda esperanza. Y ante el Deportivo tocó ración doble.

Los de Gracia han perdido fuelle. Ya no son el equipo alegre y jovial que enamoró durante la primera vuelta. Ahora, cuando la temporada recrudece, es cuando más han notado la baja de Camacho. El centrocampista maño es la piedra angular de un bloque que ha estado por encima de sus posibilidades 33 jornadas. El técnico navarro confiaba tenerle para el trascendental duelo de hoy en Balaidos, pero su recuperación no ha ido tan rápido como se esperaba y la reaparición del jugador franquicia de este Málaga tendrá que esperar, al menos, una semana más.

Sin él, y con el equipo al límite de todo, Gracia anuncia rotaciones. Es probable que Tissone entre en la medular para dar descanso a Recio o a Darder, probablemente al malagueño que ha sido el más castigado desde la lesión del ex rojiblanco.

A partir de ahí, las posibles variantes que maneja en el entrenador malaguista afectan al resto de líneas. El retorno de Miguel Torres, la presencia de Horta para dar descanso a un Castillejo desgastado o la opción de jugar con Javi Guerra, Juanmi y Amrabat en la punta del ataque.

Desde luego, la presencia del holandés parece fuera de toda duda. Es el futbolista que atraviesa el mejor estado de forma de toda la plantilla y llega enrachado tras reencontrarse con el gol el domingo ante el Deportivo. Por si fuera poco, intentará mostrar sobre el terreno de juego que el club no se equivoca en sus intentos por efectuar la opción de compra que tiene por el internacional marroquí.

A todo esto, el cuadro malaguista debe sumarle su particular fobia a los encuentros lejos de Martiricos en este 2015.  Los de Gracia parecen haber perdido la receta para ganar a domicilio y Balaidos no es el lugar más cómodo para reencontrarla. Aun así, el estilo celtiña sí puede favorecer a un Málaga que tiene armas suficientes para desnivelar partidos rotos y de ida y vuelta como los que suele proponer el Celta, que viene de un esfuerzo supino ante el Real Madrid que puede llegar a pagar si el encuentro se hace demasiado largo.

Un duelo a cara de perro entre el defensor de la séptima plaza y uno de los aspirantes. Berizzo dejó claro antes del choque la importancia de este envite. Y por si no fuera suficiente, el contexto de la jornada, para bien o para mal, permite que ambos contendientes conozcan ya el resultado de un Athletic que ha apretado de lo lindo la lucha por Europa. Su empate de ayer ante la Real en el derbi vasco brinda a los malaguistas una oportunidad de oro de acercar Europa. Pero la mejor noticia es que, pase lo que pase hoy, la séptima plaza seguirá intacta.