Villarreal-málaga

Dolorosísima ruleta rusa (2-1)

  • En los últimos diez minutos el Málaga encaja dos goles, el Athletic remonta un 2-0 y se pone la séptima posición en chino Ante un rival entregado, la falta de puntería fue otra vez la condena

La Liga y el descenso copaban la atención general, pero la búsqueda de la séptima plaza, que implicaba hasta a cinco equipos, sentaba a los contendientes a jugar a la ruleta rusa. Era de prever el vaivén de emociones, pero la última bala se la disparó el Málaga. Y sonrió al Athletic, que a diez minutos del final perdía 2-0 en Elche y en el descuento obró el milagro. Los blanquiazules marcharon la mayoría de los 90 minutos defendiendo su escaño, por momentos hasta se asomó la posibilidad de sellarlo matemáticamente. Pero llegó el bajón tremendo en los instantes finales. La radiografía del mal rato llevó la firma de siempre: la condena de la falta de puntería, el motivo que consuma el despeño progresivo del equipo de las posiciones cabeceras.

El epílogo del día en que el Málaga prácticamente se despidió del sueño europeo fue macabro a más no poder. Aparte de la remontada exprés, el Villarreal metió dos goles cuando debió irse a casa con un saco. Sin muchos de sus mejores hombres y con una actitud vacacional, invitó desde el pitido inicial al Málaga a conseguir un triunfo no apurado. Dominaba, mandaba, merecía. Pero esos verbos no dan premio en el fútbol, hay que marcar y nada más. Y no lo hizo el equipo de Javi Gracia, que se lleva una foto inmerecida en este final de Liga: el fallo groserísimo de Kameni dándole a Gerard Moreno la opción de matar el partido a cinco del final, a pesar de que Darder recortara distancias en el 90 en busca de un punto que tampoco habría sido salvavidas.

Queda un milagro. Real y matemático, ganar al Sevilla y que no lo haga el Athletic. Si bien los vascos juegan en su casa ante un equipo que ya demostró ayer que ha despedido el curso y, para colmo de males, los de Emery, que iban a venir casi con el filial para preparar la final de la Europa League, albergan aún la opción de quitarle la cuarta plaza al Valencia.

Nadie puede quitar méritos a lo conseguido por el Málaga en esta Liga, aunque es muy complicado desprenderse del sentimiento de gatillazo de los últimos meses. Se le exigía al equipo lucha para darlo todo y así imantar el sueño, lo que no se podía sacar de la chistera eran los conejos que no hay. Se aplaude el intento de todas las maneras, irrita la cantidad de goles mandados al limbo en las últimas jornadas que podrían incluso haber permitido la conquista de la sexta posición. Ni el buen momento de Javi Guerra ni el liderazgo de Amrabat fueron suficientes en Villarreal, donde el quiero y no puedo recordó demasiados pasajes de esta segunda vuelta. Gerard Moreno, en cambio, que acababa de entrar, marcó un doblete casi sin pretenderlo.

El milagro está ahí, qué duda cabe. Pero la aguja se antoja demasiado pequeña para reventar la burbuja de desazón culminada en Villarreal. Que los creyentes tomen el testigo.

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