Dos fichajes de una tacada, dos perfiles completamente distintos. Uche, 32 años y la necesidad de reivindicarse; Ricca, 21, toda la vida futbolera por delante a la espera de poder contar un camino como el del nigeriano. En sus propias palabras, “la oportunidad” que reclama el delantero y “la prueba” que viene a pasar el uruguayo. Así son los últimos fichajes de la era Arnau. 

Ikechukwu Tongololiko Mawakavamba Jawarapawara Uche. El nuevo jugador blanquiazul espera que sea más fácil volver a la senda del gol que aprender su nombre completo. Sus palabras en la presentación son las propias de alguien que quiere reengancharse a un tren. “Para mí significa mucho que se pusieran en contacto conmigo para venir aquí. Desde el primer día no tuve ninguna duda de venir y estoy contento por estar aquí. Estoy bien y con muchas ganas de empezar a jugar. Me encuentro físicamente bien, es una oportunidad e intentaré dar lo máximo”, aseguró.

Sin duda, los mejores años de Uche tuvieron lugar en España, de ahí que no dudara un segundo en regresar, aunque sea con fecha de caducidad en junio:  “Me siento orgulloso y contento de estar aquí, con ganas de trabajar y demostrar lo que llevo dentro para aportar mucho al equipo. Voy a trabajar a diario para que el equipo pueda conseguir ganar, estar disponible siempre para que el entrenador pueda contar contigo y ayudar al equipo”.

Haber jugador en el Racing de Ferrol, Recreativo de Huelva, Getafe, Zaragoza, Villarreal y Granada le hace perfecto conocedor de la competición española, uno de los requisitos indispensables para Javi Gracia. “Cada día que pasa voy aprendiendo cosas y conociendo más la Liga. Llevo mucho tiempo aquí y creo que he mejorado en todos los sentidos. He aprendido mucho. Soy un delantero que hace lo que pida el entrenador. Voy a intentar hacer el trabajo para beneficiar al equipo, ayudando marcando goles será mejor, y voy a trabajar para que eso pueda suceder”, prometió el 8. 

Para el defensor charrúa la historia empieza a escribirse como la de tantos otros compatriotas que empezaron a despuntar en su país hasta que Europa les permitió dar un salto cualitativo. Históricamente, España e Italia siempre han tenido bien urdidas sus redes en esos mercados para sacar tajada. El Málaga rememoró tiempos antiguos en los que apostaba por jóvenes uruguayos hambrientos de madurar. “Estoy muy contento. Desde que me comentaron la posibilidad de venir a Málaga, el proyecto me convenció mucho. Estoy muy feliz de estar acá, en un club tan grande como el Málaga. Es mi primera experiencia en Europa, así que esperemos adaptarnos lo más rápido posible al fútbol de acá y dar lo mejor de uno para aportarle al equipo”, comentó el joven jugador, que apenas hace un mes cumplió los 21 años.

Quién es Fede Ricca, se preguntan muchos. Para el Málaga, claramente una apuesta de futuro. El jugador dio unas pinceladas de sí mismo. “Como lateral trato de cubrir bien mi sector en la marca y llegar por afuera, y también aprovechar el juego aéreo. He jugado en varias posiciones en defensa. Trataremos de asimilar lo que quiere el técnico y estamos confiados de que lo podremos hacer bien”, compendió. 

La idea inicial del Málaga con Ricca era esperar al verano para acometer su llegada, pero las circunstancias propiciaron el adelanto de la operación. Quizá hubiera sido tarde. Clubes como el Atlético de Madrid lo tenían en mente, algo que Ricca escuchó pero nadie le “comentó nada al respecto”. Hace un par de temporadas de aquello. Finalmente quien se hizo rojiblanco fue Giménez, excompañero suyo: “Con José he jugado en Danubio en inferiores. Es un excelentísimo jugador que lo ha demostrado. Lo conozco, he jugado con él y sé el jugador y la clase de persona que es. Me ha tocado jugar la Libertadores contra equipos muy buenos, jugar contra delanteros que son clase A, como Pato, a uno le pone a prueba, y eso es muy bueno”.