En el famoso desayuno financiero celebrado el pasado mes de septiembre los rectores del Málaga, comandados entonces por Vicente Casado, ofrecieron el diagnóstico de la situación económica del club blanquiazul a 1 de julio de 2015. Entonces se apuntó la existencia de una deuda total que rondaba los 32 millones de euros (13,6 de deuda neta) tras contar con los ingresos generados por los traspasos de Samu Castillejo, Samuel García, Portillo y Juanmi. En la junta de accionistas celebrada ayer en La Rosaleda se aprobaron las cuentas a 30 de junio, por lo que no aparecen las ganancias logradas con los citados jugadores. Una de las conclusiones que deja la junta de ayer es que el Málaga aumentó su deuda en la campaña 14/15 en comparación con la anterior. Después de varios años rebajando su débito una media de 20 millones, a 30 de junio de 2015 la entidad vio incrementada su deuda total hasta los 48,7 millones de euros cuando la memoria del curso 13/14 señalaba una cifra de 47.

La de ayer fue una junta de accionistas atípica, ya que, a diferencia de años anteriores, no se permitió la entrada a accionistas minoritarios. Una decena de ellos intentó acceder al estadio para asistir a la misma y no pudieron. Para participar en la junta los propietarios deben ostentar al menos un uno por mil del capital social (unos 17.000 euros en acciones nominativas). Ciertamente, los estatutos de la entidad sólo contemplan el acceso a la junta a los accionistas que cumplen tal requisito, aunque hasta ayer había laxitud con la norma. El club entregó a los socios que lo requirieron las cuentas anuales.

Los medios de comunicación tampoco pudieron asistir. El Málaga se limitó a enviar una foto y un vídeo acerca de la misma, ni siquiera emitió un comunicado de prensa. La junta ni siquiera tuvo lugar, como es habitual, en la sala de prensa sino en una de as oficinas del estadio. Tampoco hubo ruegos ni preguntas.

Así pues, a la junta, que duró alrededor de 75 minutos, asistieron únicamente cinco personas. Estuvieron presentes Ahmed Al-Rajehi, en representación de la familia Al-Thani y del máximo accionista, el jeque Abdullah bin Nasser Al-Thani, que posee el 97,03% de la entidad a través de NAS Football; los abogados Pedro González Segura, Javier Pinto y Luis Jiménez, tres de los asesores del jeque y que trabajan en la gestión diaria de la entidad; y Francisco Martín Aguilar, consejero consultivo y único accionista presente en la reunión amén de Al-Thani, representado en la figura Al-Rajehi. Martín Aguilar también acudió en representación de la familia de Eduardo Padilla, ex presidente del Málaga. Los otros accionistas con posibilidades de participar en una junta, el Ayuntamiento de Málaga y el ex presidente Fernando Puche, cuyas acciones están embargadas, no asistieron.

Hay aspectos reseñables recogidos por el balance anual en poder de los accionistas que así lo requirieron. De un año a otro, el gasto en personal no deportivo creció 1,8 millones hasta los 6,6. Paralelamente, la partida destinada a la plantilla del primer equipo en la 14/15 pasó de 23 a 19 millones. El presupuesto para la temporada actual es de 43.389.000 euros, con una previsión de 30 millones por ingresos televisivos (aunque la cifra podría ser superior).

Las cuentas también recogen tres préstamos: dos que suman un valor de 14,95 a cargo de JG Funding Limited y otro de 11 millones de Futbol Global Management, fondo propiedad del empresario venezolano Edmundo Kabchi. Precisamente, la memoria anual señala que el fondo de Kabchi posee el 45% de los derechos de Ignacio Camacho, como tiene el 54% de Samu Castillejo (el 54% era de Futbol Global Management) y el 45% de Darder. Ricardo Horta y Ezequiel Rescaldani son los otros dos futbolistas del Málaga de propiedad compartida. El club posee el 25% del pase del luso y el 75 del argentino.

Por otra parte, se aprobó el nombramiento como consejero de Rakan Al-Thani, uno de los hijos del jeque, y la remuneración que por ley y según los estatutos del club deben disponer los integrantes del consejero de administración, que son Abdullah, Nayef, Nasser y Rakan Al-Thani.