El buen momento de Juanpi ascendió ayer a tiranía. El venezolano es ahora mismo el mandamás del juego ofensivo. La sinfonía de 45 minutos que completó el Málaga tiene todas las explicaciones posibles en torno al elegante zurdo, que participó en las acciones de los tres goles. Incluido el suyo propio, con un compendio de arabescos de los que levantan al aficionado de su asiento. Lo más llamativo es la sangre fría con la que perpetró su tanto, que además de nuevo sirvió para abrir la lata. Matrícula de honor para él.

Juanpi también le dio a Charles el precioso pase el hueco con el que el brasileño asistió a Atsu para darle un gran regalo el día de su debut. De hecho, fue lo único que se le vio al ghanés, su definición ante Guaita porque físicamente aún va cortito. Charles no cejó en su empeño hasta que llegó su gol, el noveno de la temporada, en otra buena acción trenzada en la que en esta ocasión Cop se convirtió en el asistente. De manera discreta, el croata sigue siendo fundamental en esta forma de jugar que renació en Vallecas.

Rosales también participó en una acción de gol, como en Ipurúa, y la pareja Filipenko-Miguel Torres no mostró fisuras pese a ser su primera experiencia juntos. Recio vio la amarilla que le hace cumplir partido de sanción y Camacho la esquivó.