Fabio Espinho puso punto y final a una intrascendente aventura como malaguista. El portugués recibió anteayer el permiso del club para ausentarse del entrenamiento para así encauzar la rescisión del contrato, algo que se produjo en muy pocas horas. De hecho, ya en la tarde de ayer la entidad malacitana hizo oficial su salida, aunque tendrá que abonar al portugués sus emolumentos por el año que le restaba. Tras la cesión de Cifu, Espinho es el siguiente en decir adiós al Málaga, acelerando una operación salida a la que le restan varios capítulos.

Espinho llegó a la Costa del Sol avalado por Mario Husillos. Tras disputar la Champions con el Ludogorets búlgaro, en Espinho se presumía un centrocampista con recorrido y llegada al área. Poco tiempo tuvo para demostrarlo, concretamente 86 minutos en liga (dos partidos) y los 90 en la ida copera ante el Mirandés. Jamás se ganó la confianza de Gracia, que requería otras características para su doble pivote. Además, el choque de Copa fue el lastre definitivo para el portugués, que hizo las maletas para volver a Portugal en el mercado de invierno. Allí se enroló en el Moreirense, donde contó con minutos y llegó a anotar dos tantos.

Espinho llegó decidido a ganarse la confianza de Juande y, a pesar de salir de inicio ante el Algeciras, las últimas horas fueron definitivas para cuadrar su marcha. Así, el Málaga logra aliviar una operación salida demasiado encallada. El excedente de futbolistas incluso obligó a Juande a dejar en casa a varios efectivos en el primer encuentro de la pretemporada. Son varios los nombres que están encaminados a marcharse pero, de momento, los movimientos se realizan a cuentagotas.

El siguiente en esta lista de excedentes es Tighadouini. El internacional marroquí, que acusó los primeros esfuerzos de la pretemporada con una lesión, regresó al club tras una insatisfactoria cesión en Turquía. Además ha visto cómo el Málaga acumuló fichajes en su misma posición, lo que le cierra definitivamente las puertas. El futbolista, por el que el Málaga abonó casi un millón de euros, cuenta con buen cartel en Holanda después de su paso por el NAC Breda y podría regresar a la Eredivisie.

Diferentes son los casos de los canteranos como Mikel, Kuki u Ontiveros. El club sabe que no pueden permanecer en Tercera y, si no terminan de convencer a Juande, se les buscará una salida en forma de cesión para que se curtan como profesionales.