La plantilla del Málaga no fue confeccionada para sufrir por los últimos puestos de la clasificación. Desde el club se lanzó un mensaje de crecimiento y buenas perspectivas pero sin etiquetas. Fue el propio Juande Ramos, sin mediar pregunta previa, quien habló de Europa abiertamente. El nivel, no obstante, no está siendo el propio de un equipo con máximas ambiciones. La clasificación es relativamente tranquila, decimoterceros con dos puntos sobre el descenso. Una posición engañosa, más aún cuando llega a La Rosaleda un recién ascendido. Hay conjuntos que se ahogan ahí abajo porque no estaban diseñados para sufrir; y otros que saben reaccionar a tiempo. Por ese ecuador se maneja el Málaga a punto de llegar al primer cuarto de la competición.

El calendario próximo define bien esa ambivalencia malaguista. Mientras que Leganés y Sporting de Gijón, dos de los condenados a sufrir, serán los que desfilen por La Rosaleda en los inminentes encuentros como local, de manera intercalada habrá que visitar a Atlético de Madrid y Barcelona. Tocará alternar el mono de trabajo y la calidad para afrontar dos tipologías de duelos bien distintas.

Sobre ello reflexionaba Juan Carlos cuando se le interrogaba si el juego estaba acusando la presión por la expectativa europea. "Es normal, la gente aspira a cosas que son difíciles y para meterte en Europa tienes que hacer una temporada muy regular, algo que es complicado. Pero nadie ha dicho que vaya a ser imposible. El objetivo es ir ganando partidos y cogiendo confianza y asentarnos en Primera División. Luego, si tenemos oportunidad, vamos a ir a por ello. Vamos a ser ambiciosos y aspirar a lo máximo posible", comentó el madrileño, que compareció ayer en sala de prensa.

El futbolista cedido por el Sporting de Braga es un tipo tranquilo. Por eso aportó un punto de vista muy analítico y reposado de los problemas blanquiazules. "La mayoría de los goles que nos meten es por fallos nuestros y no por aciertos del rival. Eso es algo entrenable y que se puede corregir. Sin fallos puntuales y se ven más graves que otro gol elaborado por el equipo", replicó el zurdo, que rescató el inicio del año pasado como coartada para que la afición piense que pronto irán hacia arriba: "Nos costó bastante arrancar. Es verdad que defensivamente estábamos bien, pero el fútbol es así y hay equipo de sobra para revertir esta situación y para aspirar a cosas más grandes. Siempre lo he dicho. Vamos a ir pasito a pasito".

Por lo pronto, toca poner otra pica en casa, la que sería la tercera seguida. "Ganar los máximos partidos posibles en La Rosaleda es vital, para mí y para mis compañeros", apostilló Juan Carlos.