Ignacio Camacho Barnola. Jugador del Málaga CF

"El primer objetivo del que se ponga esta camiseta debe ser currar"

  • Uno de los capitanes analiza desde dentro el mal arranque. "Demasiado pronto hemos creado unas expectativas muy altas y los jugadores somos los principales culpables", asegura

Hay voces que no defraudan cuando se les pide cuentas de lo que está ocurriendo. Ignacio Camacho habla clarito en el vestuario y deja interesantes mensajes entre líneas. Su discurso es autocrítico y constructivo, algo no muy fácil de encontrar en el fútbol.

-Una buena plantilla que actualmente mira hacia abajo y no termina de arrancar... ¿Qué pensamiento hay dentro del vestuario?

-Demasiado pronto hemos creado una expectativas muy altas. Los primeros culpables en crearlas somos los jugadores. Donde hay que demostrarlo es en el campo. De nuevo un año más hay bajas, otro entrenador y todo cuesta en este mundo, más en esta Liga. Hay que ser cautos y humildes en esta vida. Hay que demostrarlo. Eso no quita para luego ser un equipo ambicioso. Pero hay que demostrarlo en el campo, no antes de tiempo.

-Pero la configuración de la plantilla y el entrenador, él además con su mensaje de Europa, hace que se creen esas expectativas.

-Evidentemente, estamos ilusionados y es bueno que se creen expectativas porque significa que estamos haciendo las cosas bien. Se ha generado mucha ilusión y eso nos gusta a nosotros también. Luego eso hay que demostrarlo en el campo y encajar todas las piezas del puzle. Acabamos de empezar y está en nuestras manos. Ahora mismo estamos en zona de nadie, si ganamos dos o tres partidos estaremos arriba y si perdemos un par puedes estar en la zona baja. Hay que ir cogiendo sensaciones, creando tu propia identidad, que es lo más importante. Debemos mejorar en la intensidad defensiva por parte de los once que jueguen y ese es el trabajo.

-La gente se desespera porque no reconoce esa identidad.

-No te voy a engañar, es la realidad. Hay partidos en los que se nos ha juzgado muy al límite, porque hemos perdido puntos sin que apenas nos hayan tirado a puerta. Y los errores no siempre nos ha costado caro. Pero debemos tener las cosas claras. Hay partidos en que las cosas no te salen bien o estás de mala racha. Debemos conseguir una seguridad con la que a todos los rivales les cueste ganarnos. En eso estamos trabajando, en ganar esa fortaleza atacando y defendiendo.

-La parte buena del mal inicio es que están tirando de casta para empatar o ganar tras empezar perdiendo.

-Es la parte positiva dentro de lo negativo de empezar todos los partidos perdiendo, algo que no es nada bueno. En muchos partidos nos han metido gol en los primeros minutos. Nos están costando caros esos pequeños detalles que se convierten en goles encajados. El equipo, aun así, pelea hasta el final.

-¿Y qué pasa? Porque se conciencian en salir a muerte y se repiten los errores. ¿Hay sicosis?

-No sé lo que hay, pero es la verdad. Cuando te marcan varios goles en los primeros 20 minutos, el jugador sale mentalizado de que lo primero es defender y la seguridad, pero te puedo hablar de goles que son pequeños matices en cuanto a colocación de jugadores y fortuna del rival. Es fútbol, e inevitable. Hay que trabajar para que eso no ocurra y, sobre todo, para marcar primero.

-Juande Ramos también se tiene que adaptar.

-Por supuesto. Todo entrenador que venga se merece la oportunidad de que le dejen trabajar. He tenido entrenadores anteriores, como Javi Gracia, con el que el equipo no empezó muy bien y luego cogió buenos resultados y de ahí para arriba. El equipo trabaja y el míster también, en ello estamos. Los primeros que queremos que la cosa mejore somos nosotros.

-¿Se puede decir que el Leganés es un rival directo o es demasiado pronto aún para eso?

-A día de hoy, la realidad dice que es un rival directo. Pero hay que pensar que es un partido más en el que hay que ganar, salir a por todas, y más en casa. Hay que vencer aquí porque luego vienen partidos muy complicados. Otra victoria más en casa sería bueno para afrontar esos partidos a domicilio.

-Siempre se habla de ganar en casa, pero ganar fuera es lo que da el salto en la clasificación.

-Hay que vivir de la realidad, y la realidad es que hay que enlazar dos victorias seguidas, hacer buenos los empates fuera de casa. Hay que pensar en ganar en casa, pero recuerdo que el año pasado sacábamos algún 0-1 y este año hay partidos en que tenemos ocasiones y no sacamos fruto. Fuera de casa hay que intentar no encajar y sacar buenos resultados para hacerlos buenos en casa con más victorias.

-¿Cómo se ven los problemas defensivos desde su posición privilegiada como medio centro?

-El sistema defensivo empieza por arriba y termina por el portero y el ofensivo empieza por el portero y termina por el delantero. Para todos somos once jugadores dentro del campo y eso hay que demostrarlo. Aquí hay que currar, ese debe ser el primer objetivo del que se viste la camiseta del Málaga. Luego están las individualidades, pero lo que no se negocia es el trabajo. Señalar a un jugador u otro no es justo. Yo soy el primero que asimilo culpas como el resto de compañeros. Tenemos que ser generosos con el que está al lado. Uno falla por algo, por la presión, porque no ha dado el pase, porque no ha recibido la cobertura... Hay demasiados factores como para que se señale a un jugador, los demás siempre podemos ayudar.

-¿Está costando asimilar lo que les pide el entrenador?

-No somos los mismos del año pasado. Están Jony, Sandro, Koné, Kuzmanovic... Muchos son nuevos, como el entrenador, y nos tenemos que adaptar. No me gusta nombrarlo porque no está ya, pero el año pasado Cop era un jugador muy generoso en el esfuerzo y yo lo agradecía mucho porque era la siguiente línea. Y los extremos que me ayuden, o que los medios centro ayudemos a los defensas... En eso nos falta un puntito, de defender todos lo mismo, atacar todos a lo mismo, correr todos a lo mismo. Eso igual nos falta y tenemos que trabajarlo.

-En cuanto se ajusten, hay jugadores para marcar la diferencia.

-Hay jugadores de calidad individual muy alta, que se suman a los que ya teníamos. Pero hay que demostrarlo. Las bases son las que digo todo el rato, el resto sale a partir de la confianza. Si no tienes confianza, lo individual cuesta más. ¿Cómo se gana la confianza? Con trabajo, con victorias y dejando todo en el campo. A partir de ahí, todo será más fácil y llegará por inercia. Ojalá lo logremos.

-Hay quien dice que no está bien físicamente o acusando la negociación con el West Brom. ¿Es eso o que le exigimos siempre que haga un partido perfecto?

-No tengo esa sensación. En el fútbol opinan todos. Habrá partidos en que guste y otros en que no. Decir que estoy mal físicamente o que me afecte no haberme ido me parece una tontería, cualquiera que me vea en el día a día sabe cómo soy y cómo trabajo. Ni el año pasado había que darle tanto bombo a mi vuelta ni creo que este... Evidentemente, asimilo mi responsabilidad en el equipo. Intentaré, si a la gente no le gusta, trabajar al máximo para dar el cien por cien.

-¿Sin noticias de su pubalgia?

-Gracias a Dios, seguimos olvidando eso.

-Este año tampoco cuajó un traspaso. No hay modo de echarle...

-[Risas]. Hasta ahora parece que no se ha conseguido. Me habéis vendido más de una vez y me habéis puesto en más de un avión [risas]. Yo estoy contento de seguir aquí, sabéis lo feliz que soy y seguiremos lo que tenga que seguir.

-A este paso, va camino de hacerse alguien histórico, y los tratos para mejorar su contrato van bien.

-Me estás retirando muy pronto [risas]... El club siempre ha querido que siguiese. Han empezado las conversaciones, a ver qué pasa. Nunca ha habido problemas y a uno le gusta que lo reconozcan. Al final tu valor te lo pone el mercado. A mí me presentaron una oferta y me siento muy orgulloso y querido de que luchasen por mantenerme.

-Ha vivido de todo en el Málaga. ¿Qué sueño quiere cumplir aquí?

-Al final, hacer buena temporada con el Málaga todos los años es beneficioso para el equipo y para mí. Me gustaría seguir disfrutando de esa buena dinámica de los últimos años.

-¿Y la Copa del Rey?

-No nos cerramos a nada. Es una competición en la que el cuadro te puede meter poco a poco. Pero lo importante es la Liga, que es de lo que vivimos en el club y realmente determina si la temporada es buena o no.

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