La conocida como plaza de La Malagueta ha sido uno de los rincones más señeros del barrio desde hace décadas.

Pero hasta finales de los 50 y principios de los 60 no se había urbanizado el inicio del paseo marítimo, sólo bordillos que demarcaban lo que más adelante sería calzada y acera, aunque sí las vías del ferrocarril suburbano que venía desde el puerto a través de la calle Vélez-Málaga para continuar hacia el litoral oriental.

A la derecha de la foto aparece la popularmente llamada fuente de la olla de La Malagueta, que era utilizada por los pescadores y por los vecinos de este barrio. Estas fuentes metálicas fueron instaladas, según explicó el historiador Víctor Heredia, siguiendo un diseño del ingeniero José María de Sancha en varios puntos de los barrios de la ciudad y que por la crátera que las coronaba fueron bautizadas como fuentes de la olla . La de La Malagueta fue trasladada en 1961 a la Plaza del Carbón, transformada en fuente ornamental. Aunque cuando hace unos años se reformó esta plaza fue retirada y restaurada, y aún no ha sido repuesta.

La actual plaza de La Malagueta sigue contando con una fuente , aunque muy diferente a la antigua. La nueva ocupa una isleta que regula el tráfico del cruce y "adopta la forma casi semicircular de la misma", aseguró. Este barrio, surgido sobre una lengua de tierra dejada por el mar tras la ampliación del muelle de levante en el siglo XVIII, se convirtió en una zona residencial durante la segunda mitad del siglo XX. En una de las reformas urbanísticas realizadas entonces se instaló la sencilla fuente ornamental en la confluencia de la avenida de Cánovas del Castillo con los paseos marítimos Ciudad de Melilla y Pablo Ruiz Picasso.

En esta encrucijada abierta al mar, denominada plaza de La Malagueta, se levantan varios edificaciones emblemáticas del desarrollo moderno del barrio como es la parroquia de San Gabriel, el Edificio Horizonte y el restaurante Antonio Martín.

La parroquia se levantó en 1968 según un proyecto de los arquitectos García Garrido y Ramos Guerbós, y el Edificio Horizonte, diseñado por Ángel Asenjo. Enfrente, en pleno paseo marítimo, destaca el restaurante Antonio Martín, que hace poco ha sido reabierto como un establecimiento de la cadena Lamoraga de Dani García.

Este famoso restaurante abrió sus puertas como merendero en 1886 por iniciativa del matrimonio formado por María Coral y Antonio Martín, aprovechando que en las proximidades se instalaban en la estación veraniega los Baños de Apolo y de la Estrella, muy frecuentados por los malagueños de la época.

Enladécadade1950escuando, con la construcción del paseo marítimo, evoluciona hacia un restaurante de referencia ubicado en primera línea de playa y dotado de todo tipo de equipamientos, incluso aparcamientos cubiertos, siguiendo el proyecto del arquitecto José González Edo. Hoy en día, es la playa de referencia de la ciudad y una de las zonas más visitadas por los turistas.