De ayer a Hoy

El Morlaco y su antiguo pasado yesero

  • La extracción de yeso en la zona comenzó en el siglo XVIII y se mantuvo hasta mediados del siglo XX · Un guarda de la finca de El Morlaco plantó árboles que dieron origen al actual parque

Los transportes hacia la zona oriental de la ciudad empezaron a cobrar importancia a finales del siglo XIX, cuando se inició el desarrollo urbanístico de los nuevos barrios residenciales que fueron desplegándose hacia el este en dirección El Palo. A lo largo del viejo camino de Vélez se parcelaron las fincas de la zona para edificar casas rodeadas de jardines, denominadas en la época hotelitos, destinados a ser ocupados por las clases medias y altas de la ciudad. José María de Sancha fue pionero con la urbanización del paseo y del monte que tomaron su nombre, y de la zona de El Limonar y la Huerta de San Agustín. Inmediatamente otros inversores pusieron sus ojos en las áreas siguientes siguiendo la franja costera que quedaba constreñida entre los montes y el mar. Bellavista, El Morlaco, Torre de San Telmo, Pedregalejo y Valle de los Galanes fueron "los hitos de esa conquista del Este, que con diferentes ritmos se ha mantenido hasta nuestros días, colmatando cada vez más el territorio y avanzando hacia el interior una vez que quedó saturada la primera línea de playa", aseguró el historiador Víctor Heredia.

Esa evolución urbanística explica la importancia del eje formado por la carretera de Almería, que conectaba toda esta zona con el centro. A principios del siglo XX seguía siendo una carretera dependiente de las autoridades de Obras Públicas, aún sin asfaltar y con un firme terrizo e irregular. Este sitio, en el camino real que se dirigía a Vélez, era conocido como Peñón del Morlaco. Se trataba, según el historiador, de un terreno montuoso, muy irregular y accidentado, que caía al mar dejando una estrecha franja por la que discurría el camino hacia El Palo, que luego seguía por la costa hacia Vélez-Málaga y Almería. El origen del nombre del Morlaco no está claro. Algunos creen que procede de que en la parte más elevada se criara ganado vacuno, otros piensan que puede derivar de la forma de las rocas que en este lugar llegan hasta el mar. Lo que sí se sabe es que desde muy antiguo se explotaban allí unas canteras de yeso.

Según Heredia, la extracción de yeso en las rocas de El Morlaco se desarrolló durante muchos años desde finales del siglo XVIII y parece que se mantuvo hasta mediados del siglo XX. Los vecinos más antiguos de la zona aseguran que, gracias a esa actividad minera, existe una extensa red de galerías subterráneas debajo de la enorme roca de El Morlaco, y que incluso se han formado pequeñas lagunas interiores. La antigua finca de El Morlaco es hoy en día un bello y poco conocido parque urbano. Con el consentimiento de los propietarios, un guarda de la finca se dedicó durante décadas a plantar árboles, sobre todo pinos y eucaliptos, lo que dio como resultado una gran superficie forestal que ocupa 16 hectáreas en un terreno que cuelga sobre el mar. Limitado por urbanizaciones como Parque Clavero, El Rocío y Cerrado de Calderón, el bosque pasó a manos municipales para convertirse en un parque en el 2000.

Intensamente urbanizada en su parte baja, convertida en parque su zona elevada, en el paseo marítimo a la altura de El Morlaco estuvo expuesto el último tranvía que circuló por las calles malagueñas hasta 1961.

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