Málaga, ayer y hoy

El germen del tranvía

  • El barrio de La Malagueta acogió las antiguas cocheras del nuevo medio que revolucionó el mundo del transporte público de la capital malagueña a principios del siglo pasado

La imagen de la Malagueta desconocida, la más industrial, tiene su fiel reflejo en las primitivas cocheras de los tranvías malagueños, que ocupaban un amplio solar entre las calles Cervantes y Maestranza, a pocos metros de la plaza de toros y de la fábrica de electricidad. Hacia 1900 era un barrio industrial y escasamente poblado que nada tiene que ver con la realidad actual de una zona residencial caracterizada por el intenso aprovechamiento del suelo a través de edificios muy elevados.

La Malagueta era por entonces un espacio costero que había surgido durante el siglo XVIII por los aportes de tierra que se depositaron en las playas orientales al abrigo del muelle Viejo. Fue objeto desde muy pronto de varias disputas entre el Ayuntamiento y el ramo de Guerra sobre su urbanización, que estaban movidas por los comerciantes interesados en construir allí almacenes e instalaciones fabriles a causa de su proximidad al puerto, la cercanía al mar y la amplitud de los terrenos.

Según el historiador Víctor Heredia, el levantamiento del plano de alineaciones de La Malagueta en el año 1866 para reformar casas y almacenes, permitió que comenzara la urbanización del nuevo barrio y que se abrieran las puertas para crecer hacia el este. Poco después la burguesía desarrolló en esta zona una amplia área residencial incompatible con un tejido industrial denso. Aún así, pervivieron hasta mediados del siglo XX diversas industrias.

Entre ellas, la compañía de capital inglés Málaga Tramways que se fue haciendo con todas las concesiones existentes para tender líneas de tranvías, que inicialmente estaban movidos por tracción sangre, es decir, tirados por caballos y mulas. El interés de la compañía británica en explotar los recorridos más susceptibles de ser utilizados por las familias burguesas que habitaban en el centro quedó de manifiesto con su propuesta para establecer un tranvía de temporada que llegara hasta los Baños de Apolo y de la Estrella, trasladados en 1887 a La Malagueta. Y fue en esta misma zona, entre las calles Maestranza y Cervantes, donde se construyó en 1892 un edificio para que sirviera de cochera de los tranvías, cuadras y oficinas de administración.

Años más tarde, la Málaga Tramways transfirió la concesiones, los equipos móviles y las instalaciones a una sociedad de capital belga, denominada Tramways de Málaga Societé Anonyme. Una de las tareas que tuvo que acometer fue la electrificación de los tranvías, sustituyendo las bestias por el uso de energía eléctrica. Algunos años más tarde la empresa habilitó unas cocheras más amplias en Pedregalejo, que luego sirvieron para los autobuses de la EMT hasta los años 80.

El cruce de las calles Maestranza y Cervantes presentaba hace un siglo un aspecto muy diferente del actual. Sólo se mantiene en su sitio la plaza de toros.

l la convivencia industrial y residencial. Hacia 1850 La Malagueta albergaba apenas 60 casas hasta que en pocos años se edificaron el Hospital Noble y la plaza de toros, dos equipamientos de carácter muy diferente que se unían al ya existente Cementerio Inglés. Uno de los promotores que intervino tempranamente en La Malagueta fue Francisco Mitjana, quien en 1879 construyó siete casas adosadas de dos plantas entre las calles San Nicolás y Arenal. Allí se formó un barrio heterogéneo, con industrias antiguas y modernas, viviendas de distinto signo (como los dos inmuebles burgueses que Eduardo Strachan diseñó en el Paseo de la Farola) y un núcleo de pescadores que se fue asentando en primera línea de playa. Entre las primeras industrias que se asentaron en esta zona del litoral oriental de la ciudad, más cercano al puerto, estaba la ferrería de El Ángel (1841), impulsada por el comerciante gibraltareño Juan Giró siguiendo el ejemplo de Heredia, y posteriormente la refinería de azúcar de esta última familia (que funcionó entre 1860 y 1900, aproximadamente, y en cuyo solar se levantó el hotel Miramar).

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