Málaga de ayer a hoy

Una ermita en los confines de un barrio industrial

  • Zamarrilla. La actual calle Alonso de Palencia de Málaga era a principios del siglo XX una zona industrial con la caña de azúcar como protagonista, junto a la actual ermita

La actual calle Alonso de Palencia de Málaga capital, a espaldas de la popular ermita de Zamarrilla, era hace poco más de un siglo un espacio de huertas que marcaba el límite urbano en ese extremo del barrio de la Trinidad. Su fisonomía se caracterizó durante décadas por las numerosas chimeneas que desde finales del siglo XIX fueron consolidando en esta zona un área industrial en la que la caña de azúcar ocupaba un lugar esencial.

Una de las principales fábricas azucareras de la ciudad, reflejada en a foto, estaba ubicada allí. Fue creada en 1863 por J.S. Smith y Compañía y, tras permanecer unos años en manos de la sociedad Viuda de Frutos, Portal y Cía, fue adquirida en 1880 por la Compañía Azucarera Malagueña formada por miembros de la familia Larios.

La marcha de la firma estaba lastrada por las deudas adquiridas por los anteriores propietarios, por lo que en 1887 se declaró en quiebra y en 1890 se integró en la Sociedad Azucarera Larios, creada para gestionar todas las azucareras de la costa oriental. Por entonces ya trabajaba con caña de la Vega malagueña y fue modernizada, dando empleo a principios del siglo XX a 300 trabajadores. Entre 1906 y 1932, año en que comenzó a funcionar la Azucarera Hispania, fue la única azucarera de la capital.

Formaba una gran manzana en el extremo del barrio de la Trinidad, casi totalmente rodeada de huertas y adosada a la ermita de Zamarrilla y que en su origen fue un humilladero en el que se veneraba una cruz situada en este punto del camino de Antequera, uno de los más importantes que salía y entraba a la ciudad.

Su nombre procede de un morisco llamado Alonso Hernández Zamarrilla, propietario de una huerta en este punto, que a mediados del siglo XVI fue procesado por la Inquisición. El historiador Víctor Heredia cuenta que "hay constancia documental de que en 1583 ya era conocida como Cruz de Zamarrilla, y que en este lugar había una venta". En torno a ésta, se formó un rosario nocturno y sus hermanos decidieron construir una capilla, para lo que pidieron licencia en 1757. Primero se levantó un cuerpo octogonal y a continuación se le añadió una nave rectangular hasta que quedó terminada en 1763.

Inicialmente se ubicó un Cristo Crucificado bajo la advocación de Zamarrilla, al que se le unió en 1792 una imagen de la Virgen de los Dolores. En 1921 se creó la Hermandad de la Virgen de la Amargura, que poco después incorporó las advocaciones del Santo Suplicio y del Cristo de los Milagros. La ermita, después de ser asaltada en 1931, fue reconstruida en 1945.

Fábricas de chocolate y alfarerías

La antigua zona industrial de Zamarrilla, hoy absorbida por el crecimiento urbanístico de la ciudad, también acogió el siglo pasado la fábrica de chocolates La Riojana, que formaba una amplia manzana entre las actuales calles Peso de la Harina, Mármoles y Alonso de Palencia, y predominaban otras muchas como las alfarerías ubicadas en el Camino de Antequera, Suárez y el Arroyo de los Ángeles.

La caña de azúcar y los árabes

Introducida por los árabes en la Edad Media, el auge de la caña de azúcar no se prolongó mucho tiempo, ya que las plantaciones que españoles y portugueses realizaron en el recién descubierto continente americano dejaron al azúcar andaluz sin posibilidad de competir. Los que resistieron en Málaga y Granada arrastraron una difícil supervivencia hasta mediados del siglo XIX.

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