Mujeres que preparaban los capachos con boquerones y sardinas que luego los cenacheros vendían por las calles, casas de madera pintarrajeadas de vivos colores, cobertizos donde se arreglaban las redes, tabernas y actividades relacionadas con la carpintería de ribera y con la subasta del pescado. Ese era el ambiente que a principios del siglo pasado se vivía diariamente en la conocida entonces como la playa de Pescadería, que hoy en día se corresponde con la zona del Puerto que se extiende a lo largo del Muelle de Heredia y que incluye la zona del actual puerto pesquero.

En aquella época esa playa se extendía entre los espigones formados por la batería de San José (ubicada donde se sitúa el actual muelle 3 frente a la Plaza de la Marina) y la batería de San Rafael, que estaba al final de la Alameda de los Tristes (actual de Colón) y marcaba el límite del delta de la desembocadura del río Guadalmedina. Era un amplio arenal y la playa más céntrica, aunque sin sentido lúdico, originada por el paulatino retroceso de la línea costera como resultado de las aportaciones de tierra derivadas de las periódicas crecidas del Guadalmedina.

Por toda esa zona, se extendía el playazo con chabolas en las que" vivían las familias de los pescadores en condiciones insalubres, instalaciones provisionales relacionadas con la pesca y, sobre todo, una amplia superficie destinada a varadero de las barcas", según aseguró el historiador Víctor Heredia. El pequeño barrio obrero del Bulto, situado en el extremo meridional del Perchel y aislado entre huertas, industrias, la playa y el lecho seco del Arroyo del Cuarto, surgió a mediados del siglo XIX. Primero fue conocido como el de Pasaje de San Ignacio, y sus primeros edificios fueron conocidos como corralones de San Ignacio. Lentamente el barrio industrial se fue identificando como barrio de pescadores que varaban sus barcas y aparejos en la playa, tan próxima que a menudo las olas llegaban hasta los edificios. Según Heredia, "los corralones se mantuvieron como espacios de solidaridad y miseria compartida y digna, hasta que la degradación física alcanzó límites intolerables en esa especie de fin del mundo que era El Bulto". A finales del siglo XIX la explanada del arenal de Pescadería fue urbanizada y surgió el Paseo de Heredia, con una mayor anchura que el actual. En los años siguientes, la playa desapareció para ser ocupada por las instalaciones portuarias y por nuevos muelles. Fue en los años 20 cuando se construyó la nueva Pescadería, en la misma zona, pero ya con infraestructura de puerto.