Málaga, ayer y hoy

La riada que cambió la fisonomía de la ribera

  • Pasillo de Santa Isabel: la zona más cercana a la margen derecha del río Guadalmedina sufrió los graves daños de las lluvias caídas en la cuenca alta en 1907 y que provocó 21 muertos.

El 24 de septiembre de 1907 las fuertes lluvias registradas en la cuenca alta del río Guadalmedina, unidas a la falta de vegetación que ayudara a retener el agua, dieron lugar a una violenta avenida que, además de los cuantiosos destrozos materiales, causó la muerte de al menos 21 personas en la capital. Los daños fueron especialmente graves en las zonas cercanas al río, donde el agua alcanzó una gran altura que llegó a cubrir las plantas bajas de los edificios y arruinó las existencias de los comercios y almacenes de los alrededores.

Al día siguiente de la trágica riada el nivel de las aguas ya había bajado, dejando a la vista los restos del desastre en la ribera del río. Piedras, trozos de muro, ramas y, sobre todo, mucho barro permanecieron durante semanas como testimonio de la gran inundación, explicó el historiador Víctor Heredia.

Por entonces no existía la rampa que actualmente sube hacia el puente de la Aurora, y los muros -popularmente conocidos como los paredones- que limitaban el cauce del río y defendían las calles próximas de las crecidas quedaron destruidos en numerosos puntos. Las casetas de madera del Mercado de Santa Isabel o de Puerta Nueva se vieron seriamente afectadas por la riada por ese motivo.

También la calle Puerta Nueva, vía de apenas unas decenas de metros de largo que indica el lugar donde estuvo una puerta abierta en la muralla por los cristianos a finales del siglo XV para facilitar las comunicaciones entre la Plaza Mayor y el camino que conducía a Antequera y a otras localidades del entorno, sufrió seriamente los estragos de la riada. Esta calle sigue el trazado de la desaparecida muralla medieval que fue demolida en el siglo XVIII cuando perdió su valor defensivo y en su lugar se levantaron edificios de viviendas y posadas como lugar de hospedaje para los campesinos que acudían a Málaga, como el Mesón de la Victoria -actual Museo de Artes Populares- o la Posada del Patio -que ahora ocupa el único hotel de cinco estrellas de la ciudad-.

La riada arrasó también la débil estructura de madera de la pasarela o puente de la Aurora, que permitía atravesar el río sin pasar por el cauce, y cuya escalera que daba acceso estaba junto a las primeras casas de la acera izquierda de la calle Carretería. En 1918 el ingeniero Manuel Giménez Lombardo redactó un proyecto para hacer un puente de hormigón armado en ese mismo punto, aunque volvió a presentar un nuevo proyecto de puente metálico en 1921. El propio rey Alfonso XIII puso la primera piedra en 1921, pero las obras se prolongaron durante nueve años.

Un mercado popular

Debido ala concurrencia de hortelanos,labradores, arrieros y trajinantes en la zona de Puerta Nueva, el Ayuntamiento de la capital levantó a mediados del siglo XIX una serie de casillas adosadas al paredón del río que arrendaba para la venta de carnes, frutas y verduras. Fue conocido como las Casillas de Puerta Nueva o el Mercado de Santa Isabel y desapareció con las reformas por la construcción del puente de la Aurora.

Un lugar estratégico de la ciudad

Puerta Nueva ha sido siempre el principal acceso desde los pueblos de la provincia a la capital, de lo que se ha beneficiado el comercio de los alrededores, cuya clientela se ha nutrido especialmente de las personas que acudían a Málaga a realizar gestiones o hacer compras. Allí estuvo el antiguo Peso de la Harina, punto de control tributario de la entrada de granos en la ciudad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios