Málaga, ayer y hoy

La plazuela que emanaba el ambiente portuario

  • Plaza de los Moros: Era una pequeña plaza de trazado irregular plagada de tabernas, bodegones y modestos negocios y que corresponde con la actual calle Sancha de Lara.

La plaza, placeta o plazuela como también aparece en los documentos de la época, de los Moros estaba en la confluencia de las calles San Juan de Dios y San Bernardo el Viejo de la capital malagueña, en el lugar que hoy ocupa el Hotel Don Curro. Era una pequeña plaza de trazado irregular en cuya cercanía estuvo en la época nazarí la aduana de la sedas. No se sabe a ciencia a cierta el origen de su nombre, que ya estaba fijado en el siglo XVIII como mínimo, pero puede que procediese de ese hecho.

Era un espacio tranquilo, apartado de la intensa actividad que bullía en las cercanas calle Larios y Acera de la Marina, pero en el que "latía una vida vinculada al comercio marítimo y a la actividad portuaria", explicó el historiador Víctor Heredia. El origen de ésta se remonta a finales del siglo XVIII una vez que fueron demolidas las murallas marítimas de la ciudad y en su lugar fueron construidos edificios que formaron la nueva fachada portuaria de Málaga. A la izquierda, hacia el oeste y mirando a la recién nacida Alameda, surgió la denominada Acera de la Marina. Mientras, a la derecha y hacia el este, se extendió la Cortina del Muelle.

En el espacio comprendido a las espaldas de ambas calles abiertas pervivió un pequeño barrio de calles escondidas. Las llamadas Ancla, Muro de Espartería, San Juan de Dios y San Bernardo el Viejo, junto a la Plaza de los Moros, conservaban en su configuración el trazado medieval de calles estrechas y con numerosos recovecos. Esta plaza era el único ensanche existente entre vías empedradas pobladas de tabernas, bodegones y modestos negocios que eran punto de encuentro de los trabajadores portuarios y de los tripulantes de los buques surtos en los muelles, contó el experto.

Cuando en la década de 1940 se acometió el proyecto de enlazar la Alameda con el Parque, fueron demolidas todas las casas que formaban la zona para dar lugar a una gran plaza rectangular conocida como de la Marina. En los solares resultantes se levantaron tres edificios de estética similar con fachada a la nueva plaza: el del Banco Zaragozano, el de la Caja de Ahorros de Ronda y la sede de la Diputación Provincial. A su espalda quedó una calle que recibió el nombre de Sancha de Lara, que inicialmente solo se refería al tramo comprendido entre la calle Larios y la Plaza de los Moros. En el callejero se mantuvieron los nombres de San Juan de Dios, Ancla y San Bernardo el Viejo, pero desapareció definitivamente el de la vieja placeta.

Un lugar variopinto

Las guías editadas en 1861 por Benito Vilá y en 1878 por Lorenzo Moñiz informan de que en esta plazuela había una casa de pupilos denominada La Danza, un “especulador de sanguijuelas”, un carpintero, un herrero, un médico, un notario y las casas de comercio de Francisco Chenel, Amat Hermanos y de Antonio Chacón. Allí también teníala sede de su negocio el consignatario de buques Pedro Gómez Gómez

Un hotel con solera

En uno de los edificios modernos construidos en esta zona se instaló el Hotel Don Curro, heredero de una casa de comidas abierta en la calle San Bernardo el Viejo en la década de 1930 por Francisco Alarcón. En los años 60 evolucionó hacia un hotel que es uno de los de más solera en el centro, con un bingo desde 1977 y que es el más antiguo de Andalucía.

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