Cultura

Una voz torrencial

  • Juanillorro publica al fin su primer disco en solitario, en el que combina los estilos festeros con los graves.

PLAZUELA VIVA. Juanillorro. El flamenco vive.

Éste es el primer disco en solitario del cantaor Juanillorro (Juan Manuel Carpio Heredia, Jerez de la Frontera, 1979). El intérprete tiene una voz poderosísima, torrencial, y es un excelente cantaor festero y para el baile. De hecho, es uno de los artistas más solicitados por los bailaores de su tierra y lleva a cabo extensas giras por Japón, ya que también los artistas nipones aprecian sus virtudes como cantaor para el baile. No obstante, en esta obra ofrece también su versión de los estilos graves considerados desde hace 50 años al repertorio tradicional jerezano. Por soleá, una de las entregas más interesantes del disco, ofrece un cante radical, salvaje, pero a la vez pastueño, natural, clásico sin amaneramientos. Las seguiriyas las hace de forma muy rítmica, la que popularizó Manuel Vallejo en los años 30 y que Morente rescató en los 90. Por tarantos sigue el modelo de su paisano Manel Torre aunque, naturalmente, con un impulso rítmico mayor, y cerrando la entrega por cartageneras del Rojo el Alpargatero. Ecos de Manuel Torre y de Manuel Agujetas, otro egregio hijo de la Plazuela, escuchamos también en los fandangos. Por tangos se acuerda de uno de sus referentes como es el Tío Gregorio Borrico, emulando su estilo tirado. En la soleá por bulerías, corta y doliente a la manera jerezana, podemos escuchar el baile de Juan Antonio Tejero. Es uno de los estilos más destacados de Juanillorro, en los que demuestra su enorme virtuosismo rítmico. El cantaor demuestra la amplitud de su repertorio en las cantiñas, un estilo menos habitual en los cantaores de Jerez. Aquí el baile lo pone Manuela Carpio, prima del cantaor. Pero el cante estrella de esta obra son las bulerías, como no podía ser menos. Hasta cuatro entregas por este palo nos encontramos en Plazuela viva, que incluyen un homenaje al Torta, tío del cantaor, un dúo con Jesús Méndez, y una larga fiesta de 10 minutos en la que intervienen también Juan José Amador y Enrique el Extremeño. Con la guitarra fresca de otro joven músico jerezano con enorme proyección, Juan Manuel Moneo, y la de Miguel Salado en la seguiriya.El Cepillo también interviene en varios cortes con sus percusiones.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios