Audi cuenta con un Centro del Túnel de Viento en su complejo alemán de Ingolstadt en el que puede someter a sus modelos a corrientes que alcanzan los 300 kilómetros por hora.Este complejo, explica la compañía, es uno de los más modernos del mundo y ocupa una superficie de 30.000 metros cuadrados. Incluye tres túneles, uno aereoacústico (con funciones para la aerodinámica y para mejorar la insonorización del habitáculo), otro termal y un túnel climático. En la zona, los expertos de la marca de los cuatro aros trabajan para mejorar la aerodinámica tanto de sus vehículos de producción como de coches de carreras. Las instalaciones son también esenciales para el desarrollo de nuevos modelos también en materia de seguridad y confort. En la actualidad, la berlina más alta de la gama, el Audi A8, ofrece un coeficiente de resistencia aerodinámica Cx de 0.26, un resultado que no está al alcance ni siquiera de muchos coches deportivos. En el nuevo Audi R8, el trabajo conjunto del alerón trasero y el difusor situado en los bajos del vehículo puede llegar a generar un apoyo aerodinámico de hasta 140 kilogramos para mejorar el agarre en curva a altas velocidades. El nuevo Audi Q7 también se mueve a la cabeza de su segmento. Respecto a la anterior generación, el coeficiente aerodinámico pasa de 0.37 a 0.32, llegando incluso a 0.31 en algunas versiones.