Decenas de maestros atacaron el miércoles la residencia oficial del nuevo gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, al término de una marcha para pedir su renuncia y el retorno con vida de los 43 estudiantes desaparecidos hace más de un mes en Iguala.

Unos 70 integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg) encapuchados y con palos y picos en mano intentaron derribar una de las puertas de la residencia ubicada en Chilpancingo, capital del sureño Estado.

Las fuerzas de seguridad respondieron con petardos y piedras, lo que enfureció a los maestros, que usaron un poste de madera para tirar la puerta. Asimismo, incendiaron un vehículo oficial. Sin embargo, 500 agentes antidisturbios reforzaron la seguridad de la residencia, lo que disuadió al grupo de manifestantes.

El incidente se produjo al final de una marcha en la que participaron un millar de maestros de la Ceteg, un sindicato que ha protagonizado numerosas protestas contra la reforma educativa impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto y ahora por la desaparición de estudiantes. Los maestros exigen su aparición y la renuncia de Ortega, quien el domingo fue elegido por el Congreso de Guerrero como gobernador interino, porque no fue elegido por el pueblo.

Por su parte, los padres y familiares de los desaparecidos coincidieron, tras una reunión de más de cinco horas con Peña Nieto el miércoles, en que no confían en su Gobierno. "Salimos con la misma noticia, todo el esfuerzo del Estado pero no tenemos nada", dijo Felipe de la Cruz, el portavoz de los padres, ante la falta de resultados en la búsqueda. "Le decimos al presidente que no confiamos en su Gobierno", recalcó.

Por otro lado, el nuevo alcalde de Iguala, Luis Mazón, solicitó ayer dejar su cargo al Congreso de Guerrero, pocas horas después de haber sido designado en medio de la crisis política vinculada a esta desaparición.