EEUU está dispuesto a mantener la presión sobre Rusia por su implicación en el conflicto separatista del este de Ucrania y así se lo ha hecho entender, tras dos semanas de la entrada en vigor de un acuerdo de alto el fuego que aún no es completamente respetado.

Por esa razón, Washington insistió frente a Moscú en la necesidad de que utilice su influencia sobre los grupos rebeles para que éstos cumplan plenamente lo pactado.

"Todavía no hay un alto el fuego completo", sostuvo ayer el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, en una rueda de prensa en Ginebra, donde participó en la sesión inaugural del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y se reunió durante una hora y media con su homólogo ruso, Sergei Lavrov.

En ese encuentro se habló sobre las negociaciones nucleares con Irán, la guerra civil en Siria, el grupo yihadista Estado Islámico y el conflicto en Ucrania, según relató Kerry, quien dejó en claro que este último asunto ocupó buena parte de la extensa conversación.

Kerry insistió ante Lavrov en que es urgente que los dirigentes rusos y los líderes separatistas en el este de Ucrania contribuyan, desde sus respectivas posiciones, al pleno cumplimiento del acuerdo de alto el fuego. "Nuestra esperanza es que en las próximas horas, definitivamente no más allá de días, (el acuerdo) se cumpla completamente", recalcó.

Esto debe incluir en todos los lugares, también Debaltsevo, y debe haber un cese total de las hostilidades en las áreas circundantes a Mariupol, demandó Kerry.