Mundo

Tsipras cede ante su socio de Gobierno y celebra su primer desfile militar

  • Syriza se ve obligado a hacer concesiones a su aliado nacionalista y el sector más tradicional y organiza un acto en el día de la fiesta nacional que, desde la oposición, abogaba por eliminar

Grecia celebró ayer su fiesta nacional con el primer desfile militar bajo el Gobierno de Alexis Tsipras, un reflejo de que el izquierdista Syriza ha tenido que hacer concesiones a su socio nacionalista y a los electores más tradicionales.

El desfile ante el monumento al soldado desconocido a los pies del Parlamento contó, como dicta la tradición, con la presencia de la plana mayor política.

En medio de una intensa lluvia desfilaron los tres cuerpos del ejército, bomberos, policía, así como veteranos de la lucha contra ocupación nazi, los únicos a los que Tsipras brindó un aplauso.

En una breve intervención ante las cámaras el primer ministro hizo una referencia indirecta a los problemas actuales al destacar que "al pueblo griego nada le fue regalado, todo lo logró a través de la lucha". "En este día debemos tener presente que cuando un pueblo reclama algo, actúa con decisión y tiene el derecho de su parte, lo puede conseguir todo", dijo Tsipras.

También el recién electo presidente de la República, el conservador Prokopis Pavlopulos, aludió al presente al señalar que lo que cuenta ahora es "construir el proyecto europeo". "Ojalá con el tiempo nuestro pueblo pueda vivir en mejores condiciones y lejos de la pesadilla actual", subrayó.

Aunque el Gobierno, como concesión al socio menor de la coalición, no ha podido eliminar el desfile militar, como Syriza preconizaba desde la oposición, sí ha habido una nota distintiva.

Una vez concluida la exaltación militar, con la que se conmemora el comienzo de la revolución en 1821 que once años después llevaría a la independencia del imperio otomano, hubo una representación de bailes tradicionales, un claro contrapunto a lo vivido en los últimos años.

Grupos de danza procedentes de todas las regiones del país bailaron piezas tradicionales, jalonados por un público que, plantando cara al mal tiempo y guareciéndose como podía de la lluvia, les coreaba, animaba y aplaudía.

Para entonces, sin embargo, políticos, embajadores y militares se habían marchado, dejando el escenario exclusivamente al pueblo.

Los preparativos estuvieron rodeados de críticas del ala más izquierdista de Syriza que hubiera preferido ver abolida esta tradición, al igual que el desfile de escolares que se celebró la víspera en Atenas y ayer en Salónica, la segunda mayor ciudad de Grecia.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios