Crisis griega

Tsipras obtiene luz verde Parlamento para lograr un rescate que aspira a mejorar

  • Hasta 36 diputados de Syriza decidieron no respaldar las medidas, tres menos que en la votación precedente. Entre los votos negativos estuvo el de la presidenta del Parlamento quien además declinó presidir la sesión en desacuerdo.

El Gobierno de Alexis Tsipras ha obtenido la aprobación del Parlamento para iniciar la negociación del tercer rescate, un nuevo programa cuyas condiciones el primer ministro griego aspira a poder mejorar. La aprobación de los dos paquetes de medidas era condición imprescindible para que las instituciones, Comisión Europea (CE), Banco Central Europeo (BCE) y Fondo Monetario Internacional (FMI), accediesen a sentarse a la mesa para pactar un nuevo préstamo.

Como se preveía, la votación sobre la reforma del código civil y la adopción de la directiva europea sobre saneamiento de bancos contó con disidencias dentro del partido gobernante Syriza. Hasta 36 diputados decidieron no respaldar las medidas, tres menos que en la votación precedente. Entre los votos negativos estuvo el de la presidenta del Parlamento, Zoé Konstandopulu, quien además declinó presidir la sesión para mostrar su desacuerdo con las medidas.

En cambio, el ex ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, que votó en contra de las reformas presentadas el miércoles pasado, hoy decidió apoyarlas. El proyecto de ley contó con amplia mayoría y, aunque obtuvo el respaldo de algunos diputados de Syriza que en la primera votación se abstuvieron, salió reforzado gracias a la oposición (conservadores, liberales y socialdemócratas).

El debate, que empezó en las comisiones parlamentarias por la mañana, se alargó hasta entrada la madrugada por las diferencias en el procedimiento que retrasaron su inicio. En su intervención, Tsipras afirmó que la votación es solo un paso para negociar las condiciones del tercer rescate y aseguró que el Gobierno tratará de buscar "alianzas" entre sus socios para "mejorar" el programa final. "A partir de mañana (jueves) habrá que negociar de nuevo las condiciones del acuerdo. Tenemos que utilizar cada alianza en Europa para mejorar el acuerdo final", señaló Tsipras en su intervención durante el debate parlamentario. El jefe del Ejecutivo heleno reiteró que debe aplicar un acuerdo en el que no cree.

Señaló que su equipo consiguió "un compromiso difícil" en la cumbre del 13 de julio porque solo contaba con el plan del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble sobre la salida consensuada del euro o la "quiebra incontrolada" del país. Tsipras aseguró que aunque el pacto comporte medidas muy duras, el Gobierno tratará de minimizar las consecuencias para los estratos sociales más vulnerables.

Sobre uno de los puntos más polémicos de los cambios en el código civil que se ha interpretado como la facilidad para la subasta de las viviendas una vez el banco las embarga, Tsipras aseveró que se continuará protegiendo del desahucio a la primera residencia. El ministro de Finanzas, Euclides Tsakalotos, defendió la directiva europea sobre saneamiento de bancos, porque aseguró que mejorará "la confianza" de los ciudadanos con depósitos bancarios.

Se refirió así a que la directiva garantiza en caso de quita los depósitos de hasta 100.000 euros. Grecia continúa bajo un control de capitales, pues aunque los bancos abrieron el lunes pasado, la mayoría de transacciones aún están sujetas a limitaciones. A pesar de sus críticas a la gestión del Ejecutivo, los partidos de la oposición coincidieron en respaldar las reformas por la necesidad de mantener al país en la eurozona.

"Usted se puso al frente del país que empezaba a crecer y lo adentró en la recesión, tenía bancos sanos y los cerró. Hoy nos ha presentado una propuesta más dolorosa de la que condujo al referéndum", dijo el líder de la oposición y presidente del conservador Nueva Democracia, Vangelis Meimarakis, en la sesión. Las instituciones ven con buenos ojos el compromiso de Grecia, ya que el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, anunció este martes que las conversaciones sobre el nuevo programa han empezado y se extenderán "hasta la segunda quincena de agosto". También el Gobierno está decidido a cerrar las negociaciones antes del 20 de agosto, según ha asegurado la portavoz del Gobierno, Olga Yerovasili, pues en esa fecha el país debe hacer frente a un nuevo vencimiento de bonos del BCE.

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