El primer debate en televisión entre los candidatos a la presidencia estadounidense, el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton, dejó momentos destacados y evidenció fortalezas y debilidades.  

- La preparación: Clinton mostró un alto grado de preparación, a veces incluso excesiva, con una actuación que llegó a parecer por momentos algo robótica. Sin embargo, Trump dejó en evidencia rápidamente que no se había preparado tanto.

- ¿Estaba constipado Trump?: En varias ocasiones aspiró fuerte con la nariz, algo que llamó la atención en un acto en el que se vigila cada pequeño gesto al destalle.  

- El arte de actuar: Trump actuó, como probablemente había esperado el sector de Clinton: impulsivo, sorprendentemente nervioso, impaciente, sin una actitud presidencial. Y Clinton consiguió provocarlo.  

- Sonrisas de Clinton: A veces apenas pudo contenerse, parecía alegrarse por la respuesta de su contrincante y brillaba. Pero dar una imagen presuntuosa puede ser también peligroso.  

- Intercambio de colores: Clinton de rojo, Trump con corbata azul: las apuestas antes del duelo daban por seguro que Clinton vestiría de azul, el color del partido demócrata, y Trump de rojo, el color republicano. Que lo hicieran al contrario fue la primera sorpresa de la noche.  

- ¿Dónde nació Obama?: Trump no quería o sabía una respuesta clara sobre el supuesto lugar de nacimiento de Obama fuera de Estados Unidos, según los rumores que ha estado extendiendo durante todo el año siguiendo la teoría de la conspiración de los llamados natalistas, que cuestionan que Obama pudiera ser candidato a la presidencia del país. Trump no dio una respuesta con sentido.  

- Trump y la Guerra de Iraq: El hecho de que Trump dijera que nunca habría defendido una intervención en Estados Unidos en Iraq no  e hizo ningún favor porque hay pruebas de su apoyo a la contienda.  

- Profundidad del debate: Clinton aprovechó la noche para presentar su política, sus ideas y principios, pero Trump no ofreció planes, conceptos ni detalles.  

- Las interrupciones: El blog 538 las contó: 27 frente a 5: Trump interrumpió a su competidora en 27 ocasiones breve o totalmente, y ella cinco veces. Clinton fue reseñablemente más contenida y dejó a Trump comportarse como Trump. Vox.com contó que Clinton fue interrumpida por Trump o el moderador en 70 ocasiones y Trump sólo 47.  

- El moderador: Una noche movida: hubo momentos de fortaleza cuando tanteó a Trump en cuestiones como la guerra de Iraq o el nacimiento de Obama, comprobando los hechos. Pero en ocasiones se hizo invisible dejando fluir el debate por sí solo, lo que le valió alabanzas pero también críticas.  

- La declaración fiscal de Trump: Al contrario que el resto de candidatos desde hace décadas, no quiere hacerla pública. Pero no logró justificar de forma convincente por qué.  

- El repertorio: Parecía conocido por las dos partes. Muchas citas no eran nuevas, los temas habían sido tratados con frecuencia y las posturas eran conocidas. Ninguno de los dos presentó nuevas iniciativas, sorpresas o puntos originales.  

- La red: Un momento álgido en Facebook fue la alabanza de Trump a su propia naturaleza equilibrada y especialmente buena.  

- El apretón de manos: ¿Se darían las manos dos personas que llevan meses atacándose con especial dureza? Sí, incluso en dos ocasiones, antes y después del duelo. Trump le acarició incluso la espalda a Clinton al final.  

- La última frase: "Asumiré el resultado de estas elecciones en cualquier caso", dijo Clinton. Y Trump sorprendió al decir: "Si ella gana, la apoyaré sin límites".