Cultura

Chicano muestra su obra sobre Picasso donde se frustró una exposición en 1936

  • En las piezas seleccionadas se observa la evolución en la pintura de este creador y, por ejemplo, sus inicios en el arte pop

El pintor Eugenio Chicano muestra desde hoy una selección de obras en las que la fuente de inspiración es Picasso, en las salas de la Sociedad Económica de Amigos del País de Málaga, las mismas donde estaba prevista una exposición del artista malagueño en julio de 1936 que se frustró por la Guerra Civil.

"Picasso fue un breviario para todos, que nos cubrió todas las dudas", ha afirmado hoy Chicano en la presentación de la exposición, organizada dentro de los actos conmemorativos de su 75 aniversario.

En las piezas seleccionadas se observa la evolución en la pintura de este creador y, por ejemplo, sus inicios en el arte pop, porque ya entonces entendía que "era muy potente coger cosas de Picasso que ya estaban digeridas, que ya eran un icono, y empezar un nuevo cuadro a partir de ahí".

Así, echó mano del arlequín para el cartel del carnaval de Málaga de 1986, y unió el árbol de Guernica y la obra del mismo nombre en el cartel del segundo Congreso Internacional por la Paz en Europa, celebrado en 1996 en Vitoria y en la ciudad que sufrió el bombardeo.

También están los bodegones en los que aparece de fondo los trazos de La Californie, la casa en la que vivió Picasso, o una recreación de "Las Señoritas de Aviñón" en las que no están las protagonistas de la obra.

Una de las obras principales es la que presentó Chicano a la Bienal de Venecia de 1982, "Los cuatro jinetes del Apocalipsis", en la que aparecían personajes tan variopintos como Greta Garbo, María Callas, Andrés Segovia, Fernando Quiñones, Jorge Luis Borges, Ernest Hemingway, Concha Piquer o Picasso de niño, entre otros.

Chicano, que fue el primer director de la Fundación Picasso, con sede en la Casa Natal, no llegó a conocer personalmente el artista malagueño, aunque sí habló por teléfono con él en numerosas ocasiones cuando coincidió en Roma con Rafael Alberti.

"Picasso era un hombre muy a la mano, y me preguntaba cosas como qué bermellón utilizaba yo, o por letras de carnaval. Hablaba con una 'ele' muy catalana, pero también muy andaluz, y con muchas palabrotas", ha recordado hoy Chicano.

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