Cultura

Es cine español, tal vez

Hace un año, entre las atractivas noches de neón de Baltimore, triunfó un grupo indie llamado Wye Oak. El grupo enamoró a un gran número de melómanos por el simple hecho de que cuando éstos separaban lo instrumental de lo vocal , sentían que ambas maniobras artísticas funcionaban como dos obras maestras de lo armónico. Con Seis puntos sobre Emma, presentada ayer en Zonazine, uno no podría decir lo mismo. Si uno consigue dos compases a partir de esta cinta, tendrá, por un lado, a una Verónica Echegui que ha conseguido crear un personaje con el arraigo emocional que responde a una filmografía de altibajos. Sin embargo, el segundo segmento correspondería al resto de la película, un melodrama convencional, firmado con elegancia, y sutilmente expuesto como producto fácil de exportar, lo que hace pensar ¿Sigue el cine español siendo español? Se trata de un proyecto con etiqueta internacional, que bien podría satisfacer alguna que otra mirada (dependiendo de lo que quiera ver), pero que decepciona como conjunto, pese a que tenga las claves de la tragicomedia norteamericana. Se podría achacar a esa narrativa que extiende algún que otro capítulo a límites que bordan lo absurdo, casi colocados al azar en busca de traducir un relato que, viéndose al espejo, sabe que debería haber sido mucho más breve. Pero Roberto Pérez Toledo sella su obra con un estilo propio del encanto castellano, pero bastante menos vulgar. La mayor parte del metraje esté dedicado a darle rienda suelta al líbido de su protagonista, que se sacia un incansable número de veces. Todo a través de una atmósfera que se rodea de conceptos humanistas bastante trillados, pero que resuenan con la fuerza de un grito de guerra. Un metódico ejercicio dramático que hace gala del talento y el arte de sus combatientes, que aunque no encaje a través de la armonía de su conjunto, sí que lo hace como un trabajo profesional, digno de haber merecido las subvenciones que otros ya se llevaron en su momento. Si prefieren Baltimore, adelante. La perfección está al otro lado del charco. Aquí no la encontrarán. Lo imperfecto es una seña de identidad que vincula al cine patrio, pero Seis puntos sobre Emma, es su muestra más refinada.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios