Cultura

"Si hoy tuviera 20 años escogería ser bibliotecario o editor antes que pintor"

  • El creador clave de la 'nueva figuración española' presenta hoy en el Museo Picasso un documental a modo de testimonio

El Festival de Cine Español regresa al Museo Picasso Málaga con la presentación de un documental realmente único: Arroyo: exposición individual es un testimonio en forma de entrevista dirigido por Alberto Anaut que se prolonga durante más de 20 horas, en las que Eduardo Arroyo (Madrid, 1937), figura esencial en la introducción del pop art y exponente clave de lo que se vino a llamar la nueva figuración española, se explaya a a gusto sobre arte, política, historia, economía y otros asuntos. El mismo Arroyo, también responsable de algunas de las ilustraciones editoriales más hermosas de las últimas décadas, presentará junto a Anaut esta película hoy a las 20:00 en el Auditorio del Museo Picasso, donde se procederá a una proyección de fragmentos representativos del documental hasta la madrugada. Para ver la obra entera habrá que esperar a la semana que viene, en el mismo auditorio, con sesiones maratonianas los días 2 y 3 de mayo de 11:00 a 19:00 y el día 4 de 11:00 a 15:30. Un verdadero festín de la mano de un artista irrepetible. Y no habrá bises.

-¿De verdad puede usted resumir todo lo que tiene decir en un documental de 20 horas?

-Pues no lo tengo muy claro, la verdad. Esta película es un ejercicio orquestado por Alberto Anaut para cuya preparación revisó nada menos que 150 fragmentos de programas emitidos en televisión en los que se abordaba mi vida y mi obra. Su primera intención era hacer un documental que durara 24 horas, aunque al final se eliminaron algunos momentos. El problema del proyecto no respondía a su naturaleza exhaustiva: a lo largo de su vida un artista va evolucionando continuamente, va modificando sus propios puntos de vista, y eso se traduce en experiencia. Estoy seguro, de hecho, de que me dejé algunas cosas en el tintero. El problema era que Anaut no quería tanto contar mi vida, sino hacer una especie de retrato personal con todas mis opiniones, mis deseos, mis inquietudes sobre el trabajo, el pasado, el presente... Y de esta forma sí me parecía complicado afrontar un metraje tan extenso.

-¿Y ha valido la pena?

-Sí, pero no lo haré más. Siempre he sido muy reacio a este tipo de ejercicios. No me gusta aparecer ni en televisión ni en documentales. Eso sí, Anaut decidió rodar esta película con motivo de la inauguración de una nueva exposición en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, Bazar Arroyo. Así que había un buen motivo.

-¿Está hoy el arte donde pensó usted que llegaría a estar cuando comenzó a pintar?

-No. Es un caso muy curioso: todos los oficios evolucionan para bien con el paso del tiempo, pero el arte ha evolucionado para mal. Si hoy tuviera 20 años, tengo claro que no escogería ser artista, sino otra cosa, bibliotecario tal vez, o editor, algo relacionado con el mundo del libro y la literatura, que es lo que más interesa.

-¿Esa evolución en negativo ha podido deberse a una excesiva mercantilización?

-No. El mundo del arte siempre ha sido caro. La cuestión es otra. Lo que me preocupa es la degeneración del medio artístico: hay demasiados museos, demasiados artistas que llegan demasiado alto y demasiado pronto, demasiados funcionarios y burócratas metidos en todas partes. El sistema está tan viciado que lo que hacen la mayoría de los artistas es copiar. No digo que no haya gente joven que aporte cosas, la hay, pero son los que menos cuentan.

-¿Y cómo se ha llegado a esta situación?

-Todo esto empezó con Duchamp y cobró especial vigor con el Mayo del 68. Desde entonces, la pintura ha ido interesando cada vez menos. Resulta lógico: es más fácil hacer una instalación que pintar un cuadro. Eso de que quienes no saben pintar hayan decretado la muerte de la pintura es algo que me molesta profundamente. Pero que conste que es una apreciación que compartimos muchos. No soy ningún caso aparte.

-Si yo le digo belleza, usted responde...

-Realidad. La belleza está en el mundo. No se puede concebir un mundo sin belleza.

-Usted ha ilustrado muchos libros, pero, como amante de la literatura, ¿cuál le gustaría haber escrito?

-Rojo y negro, de Stendhal.

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