Cultura

La inteligencia artificial se atreve con la música clásica

  • La UMA innovó el lunes con un recital salido del ordenador Iamus

La ciencia ficción va camino de ser una parte residual de los estudios históricos, a juzgar por la velocidad de los acontecimientos en el campo de la experimentación científica. Quienes asistieron al concierto celebrado el pasado lunes en el salón de actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática (ETSII) de la Universidad de Málaga fueron testigos de un momento importante en el desarrollo de la inteligencia artificial aplicada a la música clásica.

En el marco de los actos conmemorativos del centenario del nacimiento Alan Turing, se estrenaron cuatro piezas compuestas íntegramente por Iamus, el potente ordenador desarrollado por el Grupo de Investigación en Inteligencia Computacional de la ETSII.

A caballo entre el HAL 9000 de 2001:Odisea del espacio, y un replicante de Blade Runner Iamus es capaz de crear piezas musicales indistinguibles de las obras de compositores contemporáneos. ¡Qué lejanas quedan ya las construcciones aleatorias y secuenciales de los pioneros como Raymond Scott!

Las composiciones de Iamus no sólo ponen de manifiesto su enorme potencial creativo, sino que cuestionan la creencia de que las máquinas son incapaces de generar y transmitir emociones. Acostumbrados a otro tipo de explicaciones -acaso reducibles a la existencia de una capacidad especial para provocar sentimientos:la inspiración artística- la idea de que nuestras respuestas emocionales puedan ser científicamente controladas y generadas quizás resulte poco sugerente, pero lo cierto es que detrás de estas obras, tan intensas e inteligentes como otras muchas del repertorio contemporáneo, sólo hay ceros y unos.

Desde sus inicios, este proyecto (Melomics) cuenta con intérpretes de enorme prestigio, como la London Symphony Orquestra (LSO). Gustavo Díaz Jerez (piano), Cecilia Bercovich (violín) y Cristo Barrios (clarinete) son tres de los músicos más comprometidos con Melomics y ellos fueron los encargados de la brillante presentación en sociedad de estos primeros resultados a prueba de escépticos.

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