Hace dos años, plantado ante el Guernica, Daniel Casares experimentó una emoción similar a la cualquier visitante neófito. "Se me removió todo", resume el malagueño para definir ese cúmulo de sensaciones que provoca la magna obra del malagueño. "Soy un auténtico admirador de Picasso", continúa como prólogo a un discurso que tiene en el lienzo del Reina Sofía su epicentro. Guernica 75 es el resultado de un intenso trabajo de composición que verá la luz por primera vez el 21 de julio en el Teatro Cervantes, dentro de la programación del Terral. Para la ocasión, el guitarrista ha querido rodearse de la misma persona que lo acompañó en aquella contemplación reveladora. El poeta José Miguel Molero ha sido durante este tiempo el verbo del músico. Juntos han dado forma a un espectáculo con 12 artistas en directo, entre tocadores, bailaor, bailarina y cantaores y que, a pesar de su magnitud, sigue siendo un "concierto de guitarra" y "el espectáculo más flamenco" de su trayectoria.

Casares reconoce que no ha sido fácil desmenuzar el Guernica entre las cuerdas de su guitarra. "Es difícil ponerle música a una obra como esa y a lo que yo había sentido al verla. Pero al ver el espectáculo la gente va a entender qué momento del cuadro estamos interpretando", asegura. Con composiciones y poemas creados exclusivamente para el montaje, Guernica 75 da nombre también a la efemérides que conmemora la presentación del lienzo en París de 1937. Por problemas de derechos de autor y "por no caer en lo obvio", las imágenes que acompañan en vídeo a la guitarra de Casares y los versos de Molero contienen el pincel de Andrés Mérida. "Haremos nuestro Guernica", expresa el tocaor en ese intento por definir con palabras un proyecto "que hay que ir a ver en directo", reconoce. "Son composiciones para hacerlas en el escenario, en un estudio de grabación es difícil transmitir esa emotividad", insiste. Aún así, se grabarán en directo unos siete conciertos como material para unDVD posterior. Sobre las tablas del Cervantes sonarán 12 temas entre soleás por bulerías, bulerías, tangos y rumbas, unas malagueñas que abrirán el recital, y un fandango de Huelva, "el tema que refleja al minotauro", matiza.

A pesar de la envergadura del montaje y del momento en el que se da a conocer, Guernica 75 no ha logrado amedrentar a Casares. "Sé que es arriesgado, pero para mí sí es el momento, estoy lleno de fuerza. Necesitaba hacerlo", confiesa. Y por extraño que parezca, tras su paso por Málaga emigra. Lyon, Nueva York -donde estará todo el mes de octubre-, Venezuela y Brasil serán las próximas plazas de un espectáculo que solo baraja Sevilla en febrero como única parada española. "Ya no me llama tanto la atención. Son muchos años", lamenta.