Cultura

Maruja Torres: "El periodismo se fastidió al convertirse en empresa"

  • La autora presentará 'Diez veces siete' el 17 y 18 de junio en Marbella y Málaga

Curtida en las mil batallas de la vida y del periodismo, Maruja Torres, que nunca he tenido pelos en la lengua, ha escrito el libro más sincero de su vida, Diez veces siete, en el que revisita su vida, sus heridas y alegrías y donde habla del periodismo, su pasión, y sobre su salida de El País. "El periodismo llamado oficial está en crisis. Y se empezó a fastidiar cuando empezó a ser empresa, cuando salió a bolsa y se olvidó lo que es. Hoy hasta los periódicos en digital no son buenos. Se matan entre ellos y, además, si no se cobra se rompe la baraja", explicó la escritora y periodista. Hoy Maruja Torres (Barcelona, 1943) es muy activa en los nuevos medios, en las redes sociales, y colabora en varios medios digitales, como eldiario.es y Mongolia. Su redacción ahora es su ordenador y con Diez veces siete, una chica de barrio nunca se rinde, editado por Planeta, cierra un ciclo y se despide de una época y de una forma de hacer periodismo, dice. El 17 y 18 de junio presentará esta nueva obra en la Fnac de Marbella y Málaga, respectivamente.

"Este libro es muy importante en mi vida, por muchas cosas, y es una manera de decir: ahí queda eso para vosotros. La generación a la que pertenezco lo hemos pasado muy mal; pero sin embargo, hemos salido adelante, así es que no os amedrentéis", subraya. "Si yo me he reeinventado, todos los demás también", recalca Maruja Torres, con humor y siempre crítica, como ahora que lo es con la cobertura que se ha dado a la abdicación del Rey. "Todos lo cuentan igual, todos son hagiográficos, sin matices", añade Torres.

"Nunca pensé que salir de El País me iba a dar más prestigio que quedarme. Tengo muchos más seguidores ahora", dispara. Pero Diez veces siete es mucho más que el repaso profesional de una prestigiosa periodista que trabajó en El País durante más de treinta años en los momentos más importantes del periódico, es también su narración más descarnada y desnuda.

Es la historia de la niña que nació en el barrio chino barcelonés, hoy el Raval, que sufrió el abandonó de su padre cuando era pequeña, y que fue testigo de las penurias y los malos tratos de su progenitor a su madre. Una madre que, por sus propias circunstancias, provocó muchas ausencias emocionales a una niña que se construyó y aprendió la vida en los cines, en el barrio, compartiendo invitaciones con las prostitutas, y a la que escribir este libro le ha costado muchas lágrimas.

"Era un patito feo y por suerte no me convertí en cisne, sino en una mujer sin apéndices", escribe Torres en este libro, que es también la historia dura y en blanco y negro, de una época bastante miserable de este país. "Empecé a escribir este libro cuando acababa de irme del periódico. Pensaba que tenía que reinventarme y quería tocar y abrir cosas que nunca había abierto, porque yo soy muy de jaja... pero la procesión la llevo por dentro", explica.

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