URGENTE Pedro Sánchez se retira de la vida pública hasta el 29 de abril para pensar si seguirá de presidente del Gobierno

Cultura

La escena proyectada

  • El lunes comenzará en Málaga el rodaje del primer largometraje de Julio Fraga, 'Seis y medio', protagonizado por Homero Rodríguez y Cristina Rojas

Si en algo se parece la cultura a la economía, es que si los beneficios rendidos por el talento no se ponen en juego terminan devaluándose. Seis y medio, la película que empezará a rodarse el lunes en Málaga, constituye el debut en el largometraje de sus artífices; pero éstos, a su vez, atesoran una experiencia creadora que representa, de lejos, la mayor garantía de éxito para el proyecto. Su director, Julio Fraga, es uno de los vértices esenciales del teatro andaluz desde hace décadas y como cineasta cuenta con proyectos reconocidos como el corto Mirados y la serie producida para internet La grieta. El gaditano Víctor Maña, novelista ganador del Premio Café Gijón (con De la lluvia sobre el fuego, en 2001) y del Premio Mario Vargas Llosa (en su última edición, con Crónica de un amor en aquella guerra), firma para el proyecto su primer guión cinematográfico. Y los protagonistas, Homero Rodríguez y Cristina Rojas, cuentan igualmente con una fecunda carrera en los escenarios (principalmente a través de su compañía, Tenemos Gato) y ahora se disponen a rodar su primer largometraje como protagonistas. De modo que, de entrada, la iniciativa invita a reflexionar sobre qué podemos esperar del cine cuando, independientemente de la industria, es el talento forjado en otros fuegos el que se sirve del instrumento cuando tiene algo que contar.

Tal y como explicó ayer el director de producción del filme, Maikel Ramírez, Seis y medio es una producción de carácter independiente financiada a través de un proceso de crowdfunding puesto a su vez en marcha en las redes sociales (la campaña se lanzó con el objetivo de recoger 6.000 euros y se terminaron ingresando más de 8.000 en el plazo estipulado). El rodaje se desarrollará durante tres semanas a partir del lunes "con localizaciones interiores en un 98%. Las localizaciones son muy importantes, hasta el punto de que funcionan como un tercer protagonista. De todas formas, los exteriores son suficientes para que Málaga se reconozca en la película, ya que desde el principio nos interesaba contextualizar bien la historia". Sobre el delicado asunto de la financiación, Ramírez apuntó que el proyecto "puede ser pequeño en cuanto a cantidades, pero no en cuanto a medios. En este sentido, no tenemos nada que envidiar a producciones de más volumen".

Pero, ¿de qué va Seis y medio? La historia aborda la relación sentimental de una pareja que, frente a la plenitud que supondría un diez, se queda en el seis y medio. El autor del guión, Víctor Maña, explicó ayer que la película "es una comedia y a la vez un drama, y hasta una tragedia que cuenta situaciones habituales de una pareja marcada por el seis y medio, que es la nota más vulgar que uno podía sacar en el colegio cuando era niño". Subido al tiovivo del Muelle Uno (una de las pocas localizaciones exteriores que tendrá el largometraje), Julio Fraga señaló por su parte que Seis y medio es también "una historia de amor a los 40, y en este sentido quiere ser una película muy de autor. Nuestra intención es presentar una aproximación al amor muy contemporánea". Ya en clave interpretativa, Homero Rodríguez indicó que su personaje "lo tiene todo para ser feliz, pero vive en una perpetua insatisfacción"; mientras que Cristina Rojas reflexionó sobre el hecho de que "es más difícil que un actor de teatro haga cine que al revés. Pero esta película no significa un salto del teatro al cine, son cosas distintas. Lo que sí nos aporta es un reto, en lo profesional y en lo artístico".

Respecto a las confluencias entre cine y teatro, inevitables en un proyecto como éste dado el personal que lo saca adelante, Fraga se mostró pragmático: "Parece que ahora hay miedo a fusionar las dos cosas, pero este miedo no ha existido nunca en la historia del cine, realmente. Si nos fijamos en gente de teatro como Bergman, e incluso Lars von Trier, veremos que el hecho de que los artistas de teatro se pongan a hacer cine no supone ninguna rareza. Me sorprende que ahora se vea extraño, por ejemplo, que un actor hable con acento en una película española, cuando en EEUU es algo habitual. Seis y medio está montada desde una puesta en escena, pero con todos los ingredientes del cine, y a la vez vamos a ver un largometraje con todos los ingredientes interesantes que tiene el teatro y que habitualmente no se utiliza en el cine. Podríamos decir que el texto es teatral, pero está escrito para la pantalla. El cine, en general, padece una carencia de guiones con trama, con conflicto, con desarrollo, con acción. Y, en este sentido, el teatro tiene mucho que aportarle al cine". El guión, de cualquier forma, "trata el tema del amor de manera intemporal, como lo harían los clásicos. Quizá prevalece la idea de que, si crees estar ya enamorado, te pierdes la posibilidad de enamorarte todos los días".

Seis y medio aspira a llegar al circuito de festivales. Y el de Málaga debería darse por aludido.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios