Cultura

Una grieta para atisbar la luz

  • La compañía malagueña Silencio Danza estrena mañana sábado en la Sala Gades su 'Retablo incompleto de la pureza', con textos de Raúl Cortés

El que hasta ahora ha sido el último montaje de la compañía malagueña Silencio Danza, No es la lluvia, es el viento, ha llevado a la agrupación que dirige Nieves Rosales hasta la primera línea de la danza en España, por exigencia, por alcances, por número de funciones y por las puertas que el espectáculo ha abierto al género. Si en el teatro español el recurso al movimiento y las coreografías como contrapeso al método, la interpretación y el texto es cada vez más abundante, Silencio Danza ha sabido encontrar, en virtud de su alianza con la compañía también malagueña Trasto Teatro, la fórmula para integrar en sus coreografías elementos dramáticos y textuales. Desde el estreno de No es la lluvia, es el viento, han pasado muchas cosas: reconocimientos, el favor del público, mucho trabajo, más crecimiento y la puesta en marcha del Castillo de las Artes en el municipio sevillano de Morón de la Frontera, el centro de investigación escénica que gestionan desde hace un año Silencio Danza y Trasto Teatro. Pero la línea emprendida con No es la lluvia, es el viento tiene su feliz continuidad con el Retablo incompleto de la pureza, el nuevo trabajo de Nieves Rosales, que se estrena mañana sábado a las 20:00 en la Sala Gades, donde podrá verse todos los sábados y domingos hasta el 15 de diciembre. Como colofón, Silencio Danza ofrecerá los días 20 y 21 del mes que viene, en el mismo espacio, las dos últimas funciones de No es la lluvia, es el viento. He aquí, en fin, un pase de testigo entre lo ya consolidado y la criatura ahora alumbrada; siempre, en todo caso, con la misma convicción.

La misma Nieves Rosales explicó ayer que el Retablo incompleto de la pureza "significa para mí un paso adelante como coreógrafa y como intérprete. Yo vengo del flamenco, pero en No es la lluvia, es el viento empecé a trabajar con música clásica y descubrí que me encontraba muy a gusto trabajando así, sin la rigidez del compás flamenco. Con el Retablo, mi línea sigue siendo la misma, pero no he tenido miedo de meter más música clásica". Además de Falla y Bach, el gran argumento del nuevo espectáculo en este sentido es el Réquiem de Fauré, una partitura polémica en su momento por cuanto abre ventanas de luz y esperanza a una misa de difuntos. Y Rosales asiente cuando se le pregunta si el Retablo incompleto de la pureza, protagonizado por un personaje que se mueve entre la monstruosidad que inspira y la humanidad que profesa, comparte este espíritu: "Desde luego. La escenografía presenta nueve jaulas, cinco elevadas y cuatro en el suelo, y el tono general es muy oscuro. Pero, en un momento dado, se filtra un rayo de luz y a partir de entonces el sentido de la obra cambia por completo. El tono sigue siendo oscuro, pero se concede una oportunidad a la esperanza".

La otra gran novedad del Retablo es la incorporación del texto con un mayor nivel de protagonismo, de la mano de la escritura de Raúl Cortés, el director de Trasto Teatro. Y Nieves Rosales se explica: "En No es la lluvia, es el viento, todo giraba alrededor de una sola frase, que se repetía a menudo. La verdad es que al principio esto me bloqueaba un poco, pero después comprendí que la conexión con la palabra me ayudaba, me permitía llegar a más sitios. Para el Retablo quería trabajar con más texto, pero no encontraba nada que me inspirara, hasta que Raúl escribió la pieza expresamente para nosotros". Rosales define el Retablo incompleto de la pureza como una obra "experimental y arriesgada en lo coreográfico", pero precisamente el texto cumple una formación de aproximación al público: "Al hacer un espectáculo de danza siempre se confía en que el público seguirá el hilo narrativo a través del movimiento, más a través de lo sugerido que de lo explícito. Pero quizá hemos llegado a un momento en que debemos hacer sentir al espectador que sabe en qué momento de la obra se encuentra. Esto es delicado, primero porque yo no soy actriz, y segundo porque no queremos restar espacio a la imaginación del espectador para que llegue a sus propias conclusiones; pero el teatro y la danza están ahora más cerca que hace unos años y podemos valernos de más herramientas. La palabra nos permite hacer una pedagogía y hacer la danza más comprensible, aunque en el fondo no se trate de comprender tanto como de sentir".

Después de Málaga, Sevilla y con casi toda seguridad Barcelona y Madrid aguardan al Retablo. Una grieta para que entre la luz.

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