El presidente del Centro Pompidou de París, Alain Seban, cumplimentó ayer su prometida comparecencia en Málaga, señalada para la fecha desde hacía tiempo (según explicó el alcalde, Francisco de la Torre, que acompañó a Seban) y formalizada después de la obligada visita a las obras del Cubo del Puerto junto a los consejeros pertinentes de la Embajada francesa. Seban, que también visitó el Museo Picasso y el CAC, se deshizo en elogios hacia la "calidad" del espacio e incluso alabó el "trabajo de los arquitectos" responsables de la rehabilitación, pero el motivo de la convocatoria era en realidad otro: el presidente presentó la imagen corporativa del Centro Pompidou Málaga (la primera sede que abrirá sus puertas fuera de Francia), con la referencia Centre Pompidou Málaga similar a la del museo madre parisino (si bien el nombre de Málaga aparece teñido de un rojo representativo de su posición longitudinal en el mapa terráqueo de la variación de temperaturas), acompañada del lema Experimenta el Centre Pompidou e inserto sobre un fondo que evoca "una carta de aviación", con líneas y puntos representativos de una "idea de intercambio". Precisamente, esta misma idea fue una de las pocas novedades que Seban accedió a adelantar respecto al contenido artístico que quedará depositado en el Cubo durante un plazo de al menos cinco años. Al ser preguntado por las exposiciones temporales (dos o tres anuales) que completarán la colección permanente, cuya primera versión contará con unas 90 obras de maestros de los siglos XX y XXI como Picasso, Chagall, Bacon, Magritte, Kahlo, Giacometti, De Chirico, Tápies, Miró y Dubuffet, Seban lanzó una novedad más que interesante: "Nuestra intención es que, mediante el programa de exposiciones temporales, abordemos un proceso de intercambios, de manera que las exposiciones que celebremos en París puedan venir a Málaga y que las muestras que se celebren en Málaga puedan ir a París". Y citó dos ejemplos de alto calado: señaló la exposición Una historia del arte, la arquitectura y el diseño. Desde los años 80 hasta hoy, que actualmente puede verse en el Pompidou parisino, como una de las propuestas que "podrían venir a Málaga dentro de dos años" (la muestra está comprometida en París hasta marzo de 2016); y anunció que una de las primeras exhibiciones temporales que organizará el Centro Pompidou Málaga, dedicada "al cine dadá", es susceptible de viajar a París después de su estreno aquí.

En realidad, el asunto de los contenidos artísticos, ya sea respecto a la colección (cuyos fondos se renovarán al menos cada dos años) como las muestras temporales, está plenamente abierto y, como señaló Seban, "en evolución". De hecho, el listado de las obras de la colección permanente que se suministró ayer a los medios difiere en algunos términos respecto a la que se facilitó el pasado 3 de septiembre, cuando Seban y De la Torre firmaron en París el convenio definitivo del proyecto (en el nuevo listado no aparece, por ejemplo, la obra de Julian Schnabel Portrait of J. S. in Hadokate. Japan 1934, que sí estaba consignado en el de septiembre; pero, por el contrario, ahora aparecen obras no incluidas anteriormente como El caballero español de Eduardo Arroyo o La gigue irlandaise del citado Jean Dubuffet). Seban añadió de hecho que la visita realizada entre ayer y el jueves "nos ha hecho pensar y tendremos que analizar de qué manera lo que hemos visto influye en la selección de las obras". En concreto, el presidente, que valoró también las áreas reservadas a las muestras temporales, llamó la atención sobre la disponibilidad en una sala "de una altura de ocho metros, algo con lo que ni siquiera contamos en París, y que nos permitirá exponer obras de gran formato". En este sentido, Seban añadió un matiz importante al considerar que el Centro Pompidou Málaga "no será un Centro Pompidou de París pequeño, sino un espacio propio que nos permitirá interrogarnos sobre nuestro trabajo de cara al futuro del Centro Pompidou de París" (conviene apuntar que el periodo de Seban como presidente concluye el próximo mes de febrero y que su continuidad, dado que ya fue reelegido en 2012, no está precisamente garantizada). De cualquier forma, el museo parisino cederá siempre a la franquicia malagueña piezas seleccionadas de entre "sus grandes obras". Y conviene subrayar para el anecdotario la precisión que hizo Francisco de la Torre al traductor de Seban: "Perdón, creo que ha dicho 'obras maestras".

Respecto al tiempo que el Pompidou se quedará en Málaga, Seban insistió en los argumentos que ya había expuesto con rotundidad en París: el Centro Pompidou Málaga "es un proyecto provisional, por el que abrimos un laboratorio para comprobar cómo funcionan las obras de nuestra colección en otras ciudades". El plazo se estipula en cinco años "y pasados los mismos nos sentaremos a hablar con el alcalde de la conveniencia de nuestra continuidad o no". Pero Seban añadió ayer dos matices importantes que De la Torre subrayó en consecuencia: la primera es que, al ser la primera ciudad con un Pompidou fuera de Francia, Málaga disfrutará de un "estatus especial" en los planes de mundialización del Pompidou; y la segunda es el objetivo asumido por Seban "de que trabajemos tan bien para que sean los malagueños quienes quieran que nos quedemos". Un bonito modo de lanzar la pelota al otro tejado.