Cultura

'El fruto de mi voz' o los puntos cardinales de María Victoria Atencia

  • La Reina Sofía entregó ayer a la malagueña el Premio de Poesía Iberoamericana

Serena, clásica, espiritual y viajera: estas cuatro secciones en las que se divide la antología poética El fruto de mi voz, de María Victoria Atencia definen la personalidad de la poeta malagueña, que ayer recogió de manos de la Reina Sofía el Premio de Poesía Iberoamericana que se lleva su nombre. Y serena y emocionada se mostró antes María Victoria Atencia (Málaga, 1931) durante la presentación de su antología poética en el Palacio Real, un volumen que forma parte del premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana -además de los 42.000 euros- que edita la Universidad de Salamanca junto con Patrimonio Nacional.

Tan emocionada que la galardonada no pudo hablar casi nada, solo para dar las gracias a todos y mostrar una vez más su humildad y timidez. "Tras escuchar todo lo que se ha dicho de mí, estoy emocionada. Yo sólo he ido escribiendo poco a poco y ahora al ver este libro me sobrecoge y verlo así y aquí es extraordinario," señaló la autora de Tierra mojada.

"Estoy muy agradecida a todos, a la Reina, a la Universidad de Salamanca, a Patrimonio. No tengo palabras, no puedo creer que una poesía tan íntima, tan personal, haya llegado a esto", dijo la poeta que pinta lo cotidiano con palabras y lo llena de alma estética y ética.

Así, la presentación El fruto de mi voz fue todo un reconocimiento a mayor gloria de la poeta, que pertenece a la generación de los 50 (una de las pocas mujeres de este movimiento), y premio Andalucía de la Crítica y Premio Nacional de la Crítica; premio de Poesía Federico García Lorca y el de la Real Academia de la Lengua en 2012 por su obra El umbral. Juan Antonio González, editor y seleccionador de la obra ha señalado las cuatro partes de la misma como una de las originalidades del libro, en vez de la habitual selección cronológica.

Y en el prólogo del bello volumen, el editor explica que el término serena es una arte de vida, guiado por la ética del equilibro que identifica al poeta y que "clásica, obedece a una antología grecorromana de homenajes a las artes y la literatura y de botánica latina. Explica también que espiritual es un término pedido por la poeta porque es una dimensión esencial de su escritura. Por ultimo viajera inscribe a María Victoria Atencia en el cosmopolitismo antiguo y en la modernidad romántica con centro en Venecia.

El título de la antología El fruto de mi voz, elegido por Atencia, retoma una línea de su famoso soneto Sazón: "Y el fruto de mi voz crece al viento".

El libro incluye un poema inédito, In memoriam y su manuscrito, con un papel hecho a mano en casa de la poeta, y con una letra a la que se la compara con un campo de espigas y que hace visible su serenidad, en opinión de José Antonio González.

Cada sección se abre con palabras de algún poeta que ha sido referente para Atencia. Jorge Guillén para Serena; para Clásica, Vicente Aleixandre, quien la retrata como Venus. La parte bajo el tema de Espiritualidad, un texto de María Zambrano, y Viaje, incluye una carta de Juan Ramón Jiménez, con un post scriptum de Zenobia, considerado como inédito.

El libro también incluye cinco fotografías de la poeta, seleccionadas de forma simbólica por la poeta, quien también decidió que quería una imagen de una moneda antigua. Y la elegida es una con la cara de Adriano, emperador y poeta, con quien se identifica la autora. Además el libro es un elogio de la pintura, la arquitectura y los tapices.

A la presentación de la antología asistieron ayer en Madrid el presidente de Patrimonio Nacional, José Rodríguez-Spiteri y Palazuelo; la vicerrectora de Internacionalización de la Universidad de Salamanca, Angeles Serrano García y el antólogo Juan Antonio González Iglesias.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios