Cultura

La conversión total de la antigua cárcel en centro cultural costará 6 millones

  • El Ayuntamiento se niega a establecer plazos para la primera fase de la actuación, en la que ha invertido 120.000 euros y que afectará a 2.000 metros cuadrados de la planta baja

La primera impresión al entrar a la antigua Prisión Provincial, en la Cruz de Humilladero, es la de la más pura desolación. En las laberínticas estancias salen al paso cristales rotos, puertas desencajadas y mucha, mucha suciedad. Hay también detalles inesperados, como un tablero de ajedrez con casi todas las piezas, un buzón de sugerencias allí donde los presos se encontraban con sus familiares y notas adheridas en algunas paredes correspondientes al rodaje de la película 321 días en Michigan. Ayer, el Ayuntamiento invitó a los medios de comunicación a formalizar una visita al inmueble, cuya titularidad reside en manos municipales desde hace cinco años, para dar cuenta in situ de su intención de convertirlo en un centro cultural para jóvenes creadores. La concejal de Cultura, Gemma del Corral, y la del citado Distrito, Teresa Porras, presidieron el tour y contaron lo que en buena medida ya se sabía: el Ayuntamiento invertirá 120.000 euros para la recuperación, en una primera fase, de unos 2.000 metros cuadrados en la planta baja de los más de 9.000 edificados (a los que hay que añadir 3.900 euros ya pagados a una empresa especializada para la retirada de elementos inflamables, como muebles y colchones). Pero si en los últimos días se habían apuntado algunos plazos, Porras y Del Corral fueron tajantes al negarse a concretar una fecha en la que el equipamiento pudiera estar parcialmente abierto al público; incluso, preguntadas por la posibilidad de una puesta de largo antes de las elecciones municipales, la titular de cultura fue vehemente al desvincular el proyecto de cualquier estrategia electoralista. Eso sí, fue Teresa Porras quien confirmó que la conversión total del enclave costará 6 millones de euros.

Gemma del Corral comparó el proyecto con el del Soho, en el sentido de que la intervención "tendrá que tomarse su tiempo y, en todo caso, necesitará de la participación de los ciudadanos para llegar a buen puerto". Sobre la financiación, las ediles apuntaron la posibilidad de la entrada en juego de Fondos Europeos ("una iniciativa de este tipo podría beneficiarse, sin duda, de la nueva convocatoria establecida para 2016-2020", apuntó Del Corral) y de otras instituciones como la Junta de Andalucía. En todo caso, el Ayuntamiento quiere que los propios beneficiarios de la actividad, los creadores emergentes malagueños, participen en la recuperación y gestión del espacio desde el principio "con el liderazgo del Ayuntamiento", apuntó Del Corral. La concejal recordó que fue la plataforma de artistas MASA, que aglutina a diversos colectivos como La Casa Amarilla, Cienfuegos y Las Buhoneras, la que la cárcel el mes pasado "como centro de producción, no tanto de exhibición, porque ellos ya cuentan con otros lugares como la sala de exposiciones de la calle Salitre para mostrar sus trabajos". Dos artistas de la plataforma, David Urbano y Violeta Niebla, que participaron en la visita, apuntaron que el proyecto está abierto a otros creadores malagueños de todas las disciplinas artísticas que quieran participar. En este sentido, convocaron a todos los interesados a un encuentro que se celebrará este próximo jueves 29, a las 19:00, en la Facultad de Bellas Artes (en El Ejido) para la presentación de proyectos.

Pero lo cierto es que, antes de que estos artistas pidieran al Ayuntamiento la cárcel como centro de producción, los vecinos de Cruz de Humilladero reclamaron la misma construcción para la creación de un centro social y un taller de empleo. Teresa Porras apuntó ayer al respecto que estos requerimientos serán atendidos y que el centro acogerá también actividades de carácter social para los vecinos del segundo distrito más poblado de la capital, "ya que hay espacio para todo". No obstante, parece que al menos esta primera fase tendrá una dedicación exclusivamente artística. A ver quién saca qué de todo esto. Sin prisas.

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