Con una afluencia "como hacía años que no se vivía". Así comenzó la 46 edición de la Feria del Libro de Málaga y, según su directora, Ana Cabello, "hay libreros que en el puente ya habían facturado el 75% de toda la feria de 2015". El buen tiempo, la llegada de cruceros y la variedad de oferta y actividades animó la participación del público y, aunque aún resta hacer el balance definitivo tras el cierre hoy de las casetas, las cifras de esta edición mejoran sobre sus predecesoras. No obstante, todavía quedan lejos aquellos años en los que se podían reunir más de 70 casetas -este año se ha contado con 23 expositores.

Las presentaciones literarias, las firmas y el resto de propuestas han tenido también más público este año. "Lo que hemos pretendido en esta edición ha sido cambiar el concepto de la Feria del Libro y convertirla en una fiesta de las letras, por eso hemos ampliado la oferta con conciertos, teatro, talleres gratuitos, pintura, queremos conseguir que sea la cita anual de mayor importancia en la ciudad relacionada con el mundo del libro", sostiene Ana Cabello. Para ello, subraya, "es esencial ampliar el presupuesto para poder programar cosas en consonancia con el lector actual". Un ejemplo, dice, es la tematización de las jornadas. "El 1 de mayo se lo dedicamos al cómic y fue una locura de gente, porque a los jóvenes le gusta la novela gráfica". Después del cómic, lo que mejor funciona en esta feria es la literatura infantil y juvenil y los libros de temática local.

Miguel Ángel Díaz, presidente de la Feria del Libro, apunta que "hasta el viernes -la tormenta obligó a cerrar las casetas por la tarde- estábamos muy contentos de cómo estaba funcionando en cuanto a venta y asistencia de público, se nota el trabajo de talleres, actividades, el enfoque hacia el público joven que hemos dado". También remarca que "el primer fin de semana fue espectacular, hacía muchísimo tiempo que no teníamos una feria con ese nivel de público y las ventas también fueron muy bien". Eso sí, Díaz asegura que "ha disminuido tanto el volumen de negocio que las librerías que no han cerrado han reducido su personal" y eso les dificulta el poder acudir a este tipo de eventos. Por eso, piden colaboración a la Diputación para que subvencione la asistencia de librerías de la provincia a la feria.

"El leitmotiv debe de ser la promoción de la lectura, de la escritura y la ayuda a la industria del libro", considera el presidente de la feria. En la "caza de nuevos lectores", una de las funciones principales "es hacer los movimientos adecuados para que la gente participe, el público tiene que verse identificado con actividades que le interesen", dice Díaz. Y en una temática tan amplia como abarca el libro, desde la cocina a los viajes pasando por el cómic, el teatro, el guión de cine o la poesía, es fácil hallar esos aliados.