Como un compromiso "social, ideológico, filosófico y político". Así entiende la escena Avanti Teatro, la compañía que fundaron los actores Eduardo Velasco y Cuca Escribano y que vio la luz en Málaga, ciudad en la que el primero, nacido en Santa Coloma de Gramanet en 1968 y formado como actor en Sevilla, tiene escrita buena parte de su biografía. Los títulos producidos hasta ahora gracias al empeño de Avanti dan buena cuenta de esta querencia: así sucedió con Después de Ricardo, pieza escrita por Sergio Rubio y dirigida por Julio Fraga que actualizaba los presupuestos del Ricardo III de Shakespeare y que se estrenó en el Teatro Cánovas hace una década; El profeta loco, obra de Paco Bernal que alzó por primera vez el telón en el Teatro Echegaray con Velasco como protagonista absoluto; y El encuentro, texto de Luis Felipe Blasco Vilches también dirigido por Julio Fraga que recreaba el encuentro clandestino que mantuvieron Adolfo Suárez y Santiago Carrillo en los estertores de la dictadura y que permitió la llegada de la democracia a España. Ahora, Avanti Teatro continúa su camino con El jurado, adaptación libre de Doce hombres sin piedad de Reginald Rose firmada también por Blasco Vilches, dirigida por todo un grande del teatro español contemporáneo como Andrés Lima e interpretada nada menos que por nueve actores en escena: los malagueños Eduardo Velasco, Canco Rodríguez y Pepón Nieto, además de Josean Bengoetxea, Víctor Clavijo, Cuca Escribano, Isabel Ordaz, Luz Valdenebro y Usun Yoon. Tras la exitosa puesta de largo en las naves del Teatro Español de Madrid y su paso por el Teatro Lope de Vega de Sevilla, El jurado llega al Teatro Cervantes de Málaga este fin de semana (viernes 3 y sábado 4 de junio) con una propuesta que no reniega de su aroma favorable al Estudio 1 pero que se ofrece como un dardo lanzado al presente para una indagación de los límites de la justicia. La música, por cierto, es de otro malagueño: el compositor Jesús Durán.

El mismo Teatro Cervantes es una de las siete firmas que coproducen el abultado montaje de El jurado, una obra que, en palabras de Velasco, "más que un barco es un transatlántico" y que Andrés Lima, alma esencial de la compañía Animalario y responsable en los últimos años de propuestas como Los Mácbez y El pan y la sal (que recreaba el juicio contra Baltasar Garzón), dirige "con la precisión propia de un mecanismo de relojería", según apuntó ayer Escribano en la presentación a los medios celebrada en el Cervantes. Si en Doce hombres sin piedad, llevada al cine por Sidney Lumet en 1957, Reginald Rose "ofrecía un retrato de la sociedad estadounidense de los años 50", El jurado asume exactamente el mismo objetivo respecto a la sociedad española actual. Para ello, explicó Eduardo Velasco, quien se somete a la decisión del jurado no es un adolescente acusado de asesinar a su padre, tal y como ocurría en la obra original, sino un político acusado de cohecho, "el delito de corrupción de mayor alcance que puede someterse en España al dictamen de un jurado popular, tal y como sucedió con el caso de los trajes de Francisco Camps". Los nueve miembros del jurado se disponen sobre una escenografía circular giratoria en la que los duelos dialécticos alcanzan la temperatura dramática que exigen las circunstancias, desde posiciones ideológicas bien distintas aunque complementarias.

Precisamente, Eduardo Velasco desliga El jurado de cualquier asomo de teatro "panfletario y aleccionador. No queremos decirle a nadie lo que tiene que pensar. Lo que queremos es que el público, independiente de su adscripción ideológica, se haga algunas preguntas: ¿Es justa la justicia? ¿Soy justo yo mismo? ¿Qué haría yo en el caso de formar parte de un jurado popular ante un acusado de corrupción?" De cualquier forma, Avanti brinda con esta intención su particular respuesta "a una persecución de la cultura tan brutal como la que estamos sufriendo actualmente, llevando a los espectadores a interrogarse sobre la justicia y la moral". Así cumple la escena su función. Hoy y siempre.

Argumentos del thriller a favor del espectáculo

En la presentación de ayer, en la que participaron también el responsable de Asuntos Culturales (una de las siete entidades productoras de El jurado) Pepe Iglesias y el director del Teatro Cervantes, Juan Antonio Vigar, subrayó el actor Eduardo Velasco que el montaje, sin cejar en su exigencia y su intención de "hacer preguntas sin ofrecer respuestas", es igualmente "un espectáculo que quiere entretener, de manera que, si alguien no quiere sencillamente entrar en la cuestión que proponemos, siempre puede llevarse el pasatiempo a casa". Cuca Escribano destacó que tanto Luis Felipe Blasco Vilches en la escritura del texto como Andrés Lima en la dirección "han subrayado los elementos más propios del thriller" a favor del espectador en un trabajo en el que tampoco faltan episodios de humor a pesar de la tensión.