José Ignacio Lapido. Guitarrista y compositor en 091

"El cariño que hemos percibido en la gente nos ha sobrepasado"

  • La banda granadina agota los últimos conciertos de 'Maniobra de resurrección', su gira de reunión 20 años después del adiós El 9 de diciembre llegará a Málaga

Veinte años después de su separación, la banda granadina 091 anunció a finales del pasado 2015 Maniobra de resurrección, una gira de reunión a lo largo del presente 2016 saldada con un rotundo éxito de público. Del estupendo estado de forma exhibido por el grupo durante su retorno da fe, además, Maniobra de resurrección en directo, un doble álbum y DVD que recoge una de las dos actuaciones ofrecidas por 091 en su ciudad, recordatorio sonoro de un periplo de 12 meses que ya vislumbra su fin. Aunque todavía les aguardan varios conciertos, entre ellos el que ofrecerán el 9 de diciembre en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga.

-¿Qué balance hace de estos meses?

-Desde luego más positivo no puede ser. Desde el primer concierto que dimos en enero, incluso antes, cuando se anunciaron las primeras fechas a finales del año pasado y se pusieron las entradas a la venta, ya vimos que algo gordo iba a pasar, porque se agotaban en pocas horas. Luego, a lo largo de los meses que hemos ido tocando por salas, teatros y festivales, la sorpresa inicial se convirtió en asombro. El cariño que hemos percibido en la gente nos ha sobrepasado, la verdad. No han sido sólo las salas llenas, sino la pasión que han puesto los fans al recibirnos. Y creo que nosotros hemos ido de menos a más, como suele suceder, conforme han ido pasando los conciertos. Por nuestra parte estamos muy satisfechos. Más no podríamos pedir.

-Maniobra de resurrección ha superado las expectativas de todos, ha desbordado las previsiones habituales de una gira de reunión. ¿Cómo lo explica?

-Es raro, sí. Si echas la vista atrás hacia otras reuniones después de estar muchos años fuera del mercado, ves que son un tanto decepcionantes, grupos que vuelven bajos de forma, sin ganas... En música pop 20 años son una eternidad, pasan muchísimas cosas y no sabes bien cuál es el recuerdo que ha guardado tu público de lo que hiciste en su momento. Y no son sólo los 20 años desde la separación, sino todo ese tiempo desde que empezamos en 1982. Que vuelva una banda que en su momento tampoco tuvo un gran éxito y cuente con este recibimiento que hemos tenido, da que pensar. No sé si se mezcla un poco la nostalgia, el mito que se ha ido construyendo a lo largo de este tiempo... Visto lo visto, vivida la experiencia, hay que aceptar que ha sido un mito que ha crecido con los años. Hemos comprobado que se han sumado nuevos seguidores que, por edad, no nos habían visto en su momento, personas que en 1996 eran niños. La sorpresa se acrecenta más teniendo en cuenta que nuestros discos estuvieron descatalogados todos estos años y que no fue hasta que se anunció la vuelta cuando las varias discográficas por las que tenemos repartido nuestro catálogo se pusieron manos a la obra y lo reeditaron. Así que todo esto resulta doblemente sorpresivo. No quiero ser presuntuoso, pero quiero creer que nuestras canciones han envejecido más o menos bien, que nuestro repertorio ha aguantado el paso del tiempo, y eso ha hecho que nuestra vuelta haya tenido un sustrato artístico potente.

-¿Subidón de autoestima?

-Sí, sí, claro. Ese asombro inicial, cuando se iban sucediendo los conciertos y veíamos que no era una cosa limitada a Granada ni a Andalucía, que la gente estaba por la labor en todos sitios... Nosotros, que siempre hemos sido muy autocríticos, sentimos que nuestra autoestima subió algunos puntos.

-¿Que momentos destacados va a guardar de Maniobra de resurrección?

-Hay varios... Por ejemplo, antes de la gira, cuando nos juntamos por primera vez en el ensayo y enchufamos las guitarras. Era una mezcla de miedo y respeto. Veinte años no pasan en balde y no sabes con qué te vas a encontrar. Pero fue enchufar, empezar a tocar y... ¡sonaba, sonaba! Ahora suena mucho mejor, claro, pero aquello nos dio confianza, no había que empezar de cero. Ése fue un momento muy importante. Luego, obviamente, lo que se recoge en el disco, los dos conciertos que dimos en mayo en la plaza de toros de Granada. No es nada habitual que un grupo local llene dos veces seguidas un sitio así. Eso impone.

-Otro subidón...

-Sí, sí, por supuesto. Ya lo intuíamos, porque cuando se pusieron a la venta las entradas volaban por miles. La gente de Ticketmaster nos contaba que no habían visto nada parecido. Fue un momento de subidón total que creo que todavía nos dura.

-Y después de todo esto, ¿no les ha tentado la idea de dar continuidad de algún modo a 091, aunque no sea de una manera convencional?

-La verdad es que no hemos querido pensar mucho en eso. Nuestro trabajo y nuestro tiempo, 20 años, nos costó decidir volver a juntarnos. Había habido ofertas desde años antes que habíamos rechazado. Decidimos hacer justo lo que habíamos venido a hacer: una gira de un año, de enero a diciembre. La idea inicial de Maniobra de resurrección era celebrar el aniversario de nuestra despedida. A partir de ahí... En principio no hay nada previsto. Vamos a dejar que la cosa se enfríe y a pensarlo con tranquilidad.

-Entiendo que deja abierta una puerta que antes daba por cerrada...

-Aprendimos una cosa... El último disco de 091 se llamó, precisamente, Último concierto. Como nos hemos tenido que desdecir de ese título nos hemos dicho "no vamos a cometer otra vez el mismo error". Vamos a dejarlo ahí. Todo esto no quiere decir ni que sí ni que no, sino todo lo contrario.

-No hace mucho me hablaba de la sensación de abatimiento tras la actuación de despedida en 1996. ¿Cómo cree que se sentirán cuando llegue el nuevo último concierto?

-Creo que será una sensación muy diferente a la de Maracena. En el momento de aquella despedida las circunstancias eran muy distintas. La vida de los grupos tiene su ascenso y su caída. Y nosotros en la última época de 091 estábamos ya un poco desengañados. Habían sido 14 años juntos; nunca habíamos sido un grupo de gran éxito y veíamos que aquello... La principal razón de nuestra separación fue que ya era suficiente, que habíamos hecho los discos que habíamos querido hacer y que era el momento de poner punto final antes de que la cosa se pudriera a nivel personal o de caer en inercias indeseadas. Así que imagino que el estado de ánimo no va a ser el mismo ahora.

-¿Cree que este éxito colectivo repercutirá en su carrera en solitario?

-Está por ver, y no tardará mucho en verse. Tengo un disco pendiente que dejé aparcado cuando empezó todo esto. Entonces decidí parar mi carrera en solitario, y ahora, obviamente, la retomaré. Supongo que habría mucha gente que ni sabría que yo tenía una carrera en solitario; espero que ahora sigan mis pasos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios