Cultura

Una investigación sitúa la primera proyección de cine en Málaga en 1896

  • Francisco Griñán presentó ayer 'Las estaciones perdidas del cine mudo en Málaga'

La primera proyección de cine en Málaga se celebró en septiembre de 1896, sólo nueve meses después de que los hermanos Lumiere presentaran en París el prodigioso invento, según revela el libro Las estaciones perdidas del cine mudo en Málaga, del periodista Francisco Griñán. El libro se ha editado con motivo de la primera edición del festival Málaga Cinema, en la que se conmemora el centenario del rodaje de la primera película rodada en esta provincia que está documentada, De Málaga a Vélez-Málaga, de Ricardo de Baños.

Durante estos primeros años del cine, la primera película que hace alusión a Málaga es La malagueña y el torero (1898), rodada por un operador de la factoría Lumiere, y que pese a su título no fue rodada en esta ciudad, sino en Sevilla, explicó ayer Griñán en la presentación del libro, en la que participó la cineasta y escritora Alison McMahan. Esa cinta tuvo en 1905 una segunda versión, coloreada a mano, dirigida por una pionera del cine, Alice Guy, la primera mujer con una productora propia, y como la versión original se trataba de una película de danza, algo muy habitual en esa primera época del cine. Entre ambas versiones hay otra película que hace alusión a la ciudad en su título, Una buena copa de Málaga, referido con casi total seguridad al vino de la tierra, y que está fechada en torno al año 1900, según Griñán. A continuación, en la década de los años 10 se han contabilizado 37 películas rodadas o relacionadas con Málaga, entre las que figura un título "fundamental", Un día por Málaga, que está siendo restaurado por la Filmoteca de Andalucía, adonde ha llegado gracias a una donación anónima.

Esta película fue rodada entre 1913 y 1916 y en ella se ve a caballistas por el Parque, el mercado de Atarazanas, la salida de obreros de los talleres de los Ferrocarriles Andaluces, de los espectadores del cine Pascualini o una recepción en el Tennis Club de los Baños del Carmen, además de una becerrada en la finca del torero Paco Madrid. Ya en los años 20 se han documentado una treintena de películas, entre las que predominan los documentales con una intencionalidad de promoción turística, y en los desfiles de la Semana Santa se pueden apreciar imágenes religiosas que serían destruidas posteriormente en los disturbios de 1931.

Junto a este libro también se presentó en el festival Málaga Cinema, organizado por la Diputación, el documental ¡Espectadores al tren!, dirigido por Domi del Postigo, que traslada a imágenes en dieciséis minutos estos primeros años del cine en la provincia.

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