El colmo de la paradoja: el próximo domingo 27 de marzo se celebra el Día Mundial del Teatro. Ya saben, esa efeméride en la que ponen la bufanda blanca a la escultura de Valle-Inclán en Madrid y para la que se escribe un manifiesto con el objetivo de que su lectura se haga realidad en el máximo número posible de teatros, centros educativos y espacios afines a la escena en el mundo. En no pocas ciudades españolas la ocasión se convierte en emblemática de la mano de festivales, ciclos, actividades al aire libre y otras propuestas. Pero en Málaga, todavía, tan señalada fecha constituye poco más que un episodio anecdótico. Si en ocasiones anteriores había sido la Semana Santa la encargada de mandar al traste cualquier iniciativa visible al respecto, este año corresponde tal honor a otro motor indispensable para el turismo en la ciudad: desde el día 26, el teatro municipal de Málaga, el Cervantes, así como su complementario, el Teatro Echegaray, estarán consagrados a la decimocuarta edición del Festival de Cine Español de Málaga sin resquicio posible para cualquier acto de otra índole. Así que, por el momento, sólo el Teatro Cánovas y la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) han anunciado programas especiales a cuenta de una conmemoración que en buena parte del planeta se viste de gala.

El Cánovas pondrá en marcha su particular celebración el mismo domingo 27 en su sede de El Ejido a partir de las 18:00. La cita arrancará en el Aula Escénica con el profesor de la ESAD Miguel Palacios, que impartirá un seminario sobre teatro contemporáneo incluido en la Escuela de Espectadores que organiza el mismo teatro y “abierto a todas las personas que quieran participar, sea cual sea su relación con la escena, con el fin de abrir nuevos cauces de comunicación entre los artistas y los espectadores como cocreadores”, según explicó ayer el mismo profesor. A las 18:30 se inaugurará la instalación del artista malagueño Manuel Moreno Miscelánea, un enorme mural que será dividido en más de 400 pequeños fragmentos que a su vez se pondrán a la venta al precio de 20 euros y que serán repuestos conforme los clientes formalicen su adquisición. A las 18:30, el actor malagueño AntonioSalazar procederá a la lectura del manifiesto del Día Mundial del Teatro para este año, escrito por la actriz, dramaturga y profesora ugandesa Jessica A. Kaahwa. Según explicó también ayer el mismo Salazar, Kaahwa “ha desarrollado investigaciones muy interesantes sobre el teatro empleado como terapia en víctimas de guerra. Los resultados son sorprendentes y apuntan a que, efectivamente, el teatro es un instrumento válido tanto para fomentar la paz donde haga falta como para rehabilitar y reinsertar a quienes han sufrido la guerra de manera directa”. Por último, la compañía malagueña Tenemos Gato representará su último espectáculo, Y estoy guapa, dirigido por Julio Fraga, escrito por Luis Felipe Blasco, estrenada recientemente en El Puerto de Santa María y actualmente representada en Madrid.

En el bastión de la Escuela de Arte Dramático en Teatinos, la celebración del Día Mundial del Teatro se adelantará al viernes 25. A partir de las 20:00, el auditorio de la institución acogerá un acto que comenzará con la presentación del quinto número de la revista Contraluz, que edita la propia ESAD, y que continuará con un homenaje al crítico, dramaturgo y guionista malagueño Enrique Llovet, fallecido el año pasado en Madrid. Posteriormente, será el periodista Domi del Postigo el encargado de leer el manifiesto de Jessica A. Kaahwa, y terminará la velada con la representación de la obra de Dario Fo Pareja abierta a cargo de la compañía Teatrefugio.

Ya en la provincia, Marbella se convierte en uno de los satélites principales en torno al Día Mundial del Teatro: el mismo domingo 27, el teatro municipal acogerá la representación de Las galas del difunto, de Valle-Inclán (autor especialmente reivindicado al hilo de la convocatoria en toda España) y durante esta semana se leerá en todos los centros escolares de la ciudad el mismo manifiesto de Kaahwa, de manera que, por el momento, Marbella se convierte en la única localidad malagueña que cumple con plena satisfacción este objetivo. En otros municipios se llevarán a cabo también representaciones especiales y actividades educativas.

Como en el cuento de los siete cabritillos, la escena malagueña enseña la patita desde el otro lado de la puerta para demostrar que es ella. Y lo hace, de nuevo, con cierto complejo de oportunidad perdida. No es cuestión de celebrar 500 estrenos durante esta semana, como en Buenos Aires, sino de mostrar lo que se hace, que no es poco. Todo llegará.