El OPINÓMETRO

José Julio Blanes Ruiz

Planteamientos demagógicos

En un concurso de televisión, no recuerdo cuál, cuando el concursante se veía atrapado en una pregunta y no sabía contestar, utilizaba el “comodín del público”. En la vida real hay un comodín muy utilizado últimamente cuando te planteas algunas preguntas, que es decir que tus planteamientos son demagógicos. Veamos algunos ejemplos.

Los desahucios - En la provincia por impago de hipotecas son nueve cada día, nueve familias se quedan en la calle a diario, nueve. Preguntarte cómo es posible que el mismo banco al que se le rescata con inyecciones millonarias de nuestro dinero ejecute sin piedad estos desahucios es de una demagogia aplastante.

En la antigua cárcel - De Málaga, a la que, en 2009 y por unanimidad, se decidió dar un uso social, el ayuntamiento quiere colocar una universidad privada.  Nuestro alcalde ha dicho que poner allí la Universidad Católica de Murcia es darle un uso social. Decir que sólo podrá utilizarla socialmente el que sea capaz de pagar 6000 euros al año de matrícula es un argumento demagógico. Y quizá hasta poco católico.

Que el banco malo - Vaya a recibir inmuebles al 50 por ciento de su valor, pero que no los venda a particulares si no a grandes inversores que, a su vez, los venderán a particulares con su tanto por ciento de beneficio y preguntarte por qué no te los venden a ti directamente al 50 por ciento es demagógico y además demuestra tu desconocimiento del funcionamiento del mercado y bla bla blá.

No entender - Cómo el cobrar un euro en Madrid por receta médica es una medida de carácter “disuasorio” y preguntarte que a quién disuade, si al enfermo, al médico o a la gripe es demagogia pura. Además, un euro no es dinero, dicen. Al parecer, un euro es una patata.

Alucinar - Al conocer que el Senado se va a gastar medio millón de euros en una nueva web y preguntarte si no se podría hacer otra cosa como, no sé, no gastárselos, además de demagógico, es un argumento que va en contra de las nuevas tecnologías. Son miles de millones de personas que entran a diario a la web del Senado para ver, bueno, para ver qué hacen exactamente. Necesitan una nueva web, sin duda.

Alucinar - En varios colores al saber que, en 2013, se destinarán 17 millones de euros para el aeropuerto de Castellón, ese que no tiene aviones que lleguen ni aviones que salgan, va en contra de la razón y de toda lógica y demuestra que eres un peligroso demagogo. Mirándolo fríamente, si tenemos en cuenta estos 17 millones, los 500.000 euros de la web del Senado son cascarilla. Hasta se podrían gastar 600.000 y parecería poco.

El concurso, ya me he acordado, se llamaba “50x15”.  Lo malo del comodín del público, igual que el comodín de decir que es demagogia, es la cara que se le quedaba al concursante cuando fallaba el público. Esperemos que, en unos años, no andemos todos con la misma cara del concursante.

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