Las dos orillas

josé Joaquín / león

La democracia derrota a ETA

TERMINA 2013, otro año en el que no hubo ningún atentado de ETA. Esto, en otras circunstancias (en el año 2000, por ejemplo), se hubiera considerado milagroso, pero ya pasa desapercibido. Apenas se recuerda que ETA aún existe cuando hay decisiones como la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, que ha permitido la salida de las cárceles a 60 etarras (en su mayoría de sangriento historial). O bien cuando hay comunicados como el del EPPK (colectivo de los presos) que se interpreta como un pasito palante hacia la disolución, aunque sea insuficiente. Nadie duda, ni siquiera ellos, que ETA sólo tiene pasado.

La duda es: ¿se está gestionando bien el final? ETA ha sido derrotada por la democracia, más concretamente por la política antiterrorista que han seguido en los últimos años el PSOE y el PP. Rubalcaba le dio una vuelta de tuerca a este asunto. Y aunque el PP lo criticó (tal vez de cara a cierta galería), después ha profundizado en una política pragmática, lo que incluso provocó algunas críticas de sectores internos. Gustará más o menos, pero ha sido eficacísima, porque no hemos sufrido muertos en atentados. Con la crisis, tampoco están los tiempos para nuevos mártires.

La firmeza policial fue determinante para que ETA anunciara en octubre de 2011 el abandono de las armas, a las que no ha vuelto. Ahora sólo queda por ver cómo se cierra este proceso de liquidación del terrorismo. Es comprensible que las asociaciones de víctimas no quieran gracias carceleras para los verdugos de sus familiares. No obstante, en todas las guerras, se suele conceder alguna medida, a cambio de la paz definitiva. Una amnistía no es admisible, pero es probable que algunos arrepentidos se beneficien más adelante. Será delicado. Y nadie debe olvidar que el PP y el PSOE tienen víctimas dolorosas desde Alberto Jiménez-Becerril a Ernest Lluch, desde Miguel Ángel Blanco a Fernando Múgica, desde José María Martín Carpena a Fernando Buesa, por citar sólo algunos. Nadie (incluida UPyD) les puede dar lecciones sobre víctimas, olvido y perdón.

Nadie debe olvidar tampoco que si ETA ha reculado, y está en vísperas de la disolución definitiva, es porque ha perdido. Iniciaron una batalla contra la dictadura en 1958, pero han sido derrotados por la democracia más de medio siglo después. Ya sólo les queda la disolución oficial y reconocer un genocidio: asesinaron a 858 personas para nada, sólo para asesinar.

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