SE suceden los hechos que nos dejarían estupefactos si no hubiésemos rebasado todos los límites de la estupefacción. Nada puede sorprendernos ya, pero si algo pudiera hacerlo tendríamos que leer dos o tres veces esta noticia -y asegurarnos que no es 28 de diciembre- para creerlo: según el consejero de Justicia e Interior de la Junta, el caso de las supuestas irregularidades en cursos de formación "no es más que un bulo" porque, "como mucho", las irregularidades investigadas sólo alcanzarían 1,5 millones de euros; por ello hablar de "otro fraude masivo" en la comunidad autónoma es "ensuciar, insultar y echar tinta negra sobre Andalucía", resultando indignante "que encima la información se utilice torticeramente emitiendo mensajes a la sociedad de que hay otro gran fraude masivo"; con estas manipulaciones "lo único que hace es perjudicar a Andalucía y a los intereses de los andaluces una vez más, y no podemos permitirlo".

Cabe hacerse varias preguntas dictadas por el sentido común. Si se trata de un bulo, ¿por qué afirma que las irregularidades alcanzarían "como mucho" 1,5 millones de euros? ¿Le parecen poco 1,5 millones de euros, algo anecdótico o sin importancia? ¿No recuerda mucho esta reacción a la que desde la Junta se mantuvo al principio con relación al escándalo de los ERE, intentando transmitir que se trataba de algo personal (aquello de los cuatro chorizos) y puntual, sin implicaciones institucionales ni continuidad en el tiempo? ¿Los que ensucian, insultan y echan tinta negra sobre Andalucía no son, sobre todo, quienes desde la Administración tejen tramas de corrupción? ¿O acaso los ERE y lo que se va sabiendo de los cursos de formación son una campaña urdida por el PP, la Policía, la judicatura y los medios de comunicación? ¿Se utiliza torticeramente la información sólo cuando se informa de escándalos relacionados con administraciones socialistas y no cuando se trata de las gobernadas por populares? ¿El perjuicio que causan estos escándalos a Andalucía es responsabilidad de quienes los investigan e instruyen, y quienes informan sobre ellos, o de quienes metieron la mano y quienes miraron hacia otro lado?

Ayer la juez Alaya anunció que la investigación de los ERE fraudulentos concluirá "en breve". Se comprende que haya nervios. Suenan los clarines. Salen los ERE a la plaza mientras entran en corrales los cursos de formación.