La esquina

josé / aguilar

A ver si va a ir en serio...

HABRÍA que esperar al otoño. Serían entonces cinco trimestres consecutivos de crecimiento económico y la constatación de que la creación de empleo va en serio si no se detiene tras acabar los contratos de verano. En otoño tal vez podamos, si no lanzar las campanas al vuelo, sí al menos hacer que doblen por el final de la recesión.

Se comprende, no obstante, que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, haya confesado que estaba esperando desde que llegó a la Moncloa poder dar la noticia que adelantó ayer. Él como nadie tiene la obligación de ser optimista sin incurrir en el triunfalismo. El optimismo de Rajoy se extiende a su propio futuro político. Sabe que frenar el paro y generar puestos de trabajo es lo que justificará su mandato de cuatro años. En otras palabras, lo que puede hacerle ganar las próximas elecciones generales. Más que ninguna otra cosa.

Seis años después España ha vuelto a crear empleo. Seis años estando el país en el pozo, y muchos españoles en la angustia y la desesperación. Desde la primavera de 2008 no había aumentado la población ocupada. Lo ha hecho en el segundo trimestre de este año: 192.000 trabajadores más con empleo que en el mismo periodo de 2013. Diecisiete millones de personas trabajando y cotizando. En lo que se refiere al desempleo mismo, la tasa de paro también se ha reducido, como lo ha hecho el número de hogares con todos sus miembros parados y el de familias en las que no entra ya ningún tipo de ingresos.

Paremos el carro, que esto es apenas un respiro y tiene un montón de matices que relativizan la mejoría del enfermo. Los parados siguen siendo más de cinco millones y medio, y los nuevos no parados que alegran las estadísticas y alivian el desánimo nacional son producto en buena parte de la devaluación de los salarios, la generalización del empleo a tiempo parcial y el subempleo y el abaratamiento de los costes del despido permitido por la reforma laboral. Pero, bueno, también procede del crecimiento económico -pese a estar bastante lejos del tópico 2% anual que los expertos fijaban como condición para aumentar el empleo- que, además, ya no llega tanto del aumento de las exportaciones como de la subida del consumo (ésta sí que es una gran noticia).

En fin, en otoño veremos si estas luces al final del túnel son realidad o espejismo. Lo segundo sería no una vuelta a la recesión, sino el ingreso en la depresión.

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